En el ojo del huracán chino

China es la segunda economía del mundo, y en la diversificación económica en un entorno global los expertos refieren con insistencia que la zona del futuro es Asia y no Estados Unidos y Europa.

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China es la segunda economía del mundo, y en la diversificación económica en un  entorno global  los expertos refieren con insistencia que la zona del futuro es Asia y no Estados Unidos y Europa.
 
Ante esta realidad llama la atención que algunos sectores económicos de Quintana Roo, de la capital del país y al menos dos entidades manifiesten su rechazo a priori al proyecto Dragon Mart. Como bien asentó el lunes la columnista de Excelsior, Alicia Salgado, este proyecto comercial pone los pelos de punta a una parte de la clase empresarial mexicana que cree que la exhibición permanente de productos chinos “arrasará” con los productos mexicanos, por sus antecedentes de competidores desleales.
 
Recuerda Alicia Salgado que el proyecto supone una inversión de 180 a 200 millones de dólares, recursos con los que pretende instalar el Dragon Mart en Puerto Morelos, constituyéndose así en un espacio de exhibición permanente de productos chinos, de manera que en el hemisferio occidental los buscadores de productos chinos no se trasladen a China a comprarlos, sino que puedan negociarlos en el Dragon Mart. Ni se harían aquí ni se venderían sólo para México. Y los mayores compradores de productos chinos son los brasileños y argentinos, además de estadunidenses, cita la columnista.
 
El problema de esta plataforma comercial logística, que se lanzó en marzo de 2011 y está apoyada por la Cámara de Comercio China-México, es que su construcción y desarrollo se ha rodeado de desinformación y, por ende, se han construido mitos y difundido verdades a medias que pueden convertirse en la primera gran prueba al gobierno del presidente Peña Nieto, agrega.
 
La argumentación de quienes se oponen al proyecto es la misma que esgrimían los detractores del TLCAN, tanto aquí como en Norteamérica, porque alrededor del Dragon Mart se mezclan cuestiones aparentemente ambientales con temores económicos o de desplazamiento comercial que alcanzan tonos xenofóbicos.
 
Nadie está a favor de lo ilegal, pero a ver, ¿qué no donde se ubica un Walmart o un Chedraui aumenta ipso facto la oferta de productos chinos, entre otros?, ¿qué no se habla de diversificar nuestra economía y la zona del futuro es Asia y no Estados Unidos o Europa?
 
El cambio de mentalidad que pide el presidente Peña Nieto es ése. Argumentos, no mitos.
 
Precisamente, ayer, durante una comida con el cuerpo diplomático mexicano acreditado en el extranjero, el presidente Peña delineó los cinco ejes centrales de su gobierno, entre los que se encuentra la decisión de posicionar a nuestro país como un actor con responsabilidad global.
 
Esto quiere decir que el actual gobierno tiene una agenda incluyente y de cooperación efectiva con las 193 naciones, incluyendo China, y que como país tenemos mucho más para negociar, intercambiar y aprovechar. (Lea más de este y otros temas en www.enbocaspalabras.com.mx).

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