“No falta ni dinero ni ideas, falta enseñar ciertas herramientas para saber vender los proyectos emprendedores que se están trabajando en el país”. Este sería el resumen de una larga charla que tuve con José Antonio

Fernández, el presidente del consejo del nuevo (tiene apenas unos meses) Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera del Tec de Monterrey. Uno de los cierres de este primer año del instituto será un evento que está organizando para mediados de noviembre: el INC MTY. Se trata de un “festival”, como los propios organizadores lo están bautizando, que tendrá unos mil 500 emprendedores (con proyectos en marcha y no solo ideas en un business plan) + speakers internacionales + alumnos e inversionistas.

“En total esperamos unas 8 mil personas en 90 eventos diferentes”, afirma Fernández, quién puede dar ejemplo en primera persona (también es emprendedor desde hace un par de años en una empresa de logística médica llamada Bomi).

¿Qué tendrá de diferente este evento a la —cada vez— más larga lista de foros para emprendedores que se hacen en el país? Básicamente es para ayudar a dar el siguiente paso. “Quiero que la medida del éxito del evento sea que brinquen una etapa en cada emprendimiento: si tienen un plan de negocios, que logren financiamiento; y si ya tienen su empresa andando, que consigan inversores”, explica pragmático. 

Pero más allá de este evento, hay un punto que está imponiendo este nuevo instituto dentro del Tec que me parece valioso y diferente: el de volver emprendedores a los propios profesores de la universidad. De hecho 75% de sus maestros está pasado por una certificación en emprendedurismo para que sepan inculcar el espíritu emprendedor no importa la carrera o el momento de la carrera que se esté cursando. 

Uno de los puntos que detectaron es que a la mayoría de los emprendedores les falta una orientación financiera sólida: les cuesta medir y vender la ventaja competitiva de su idea o tener una buena base de datos duros para levantar capital. “Las universidades enseñan ingeniería, pero nunca en esta carrera se enseña ni ventas, ni negociación, ni comunicación para dar discursos inspiradores o incluso cómo manejar el estrés”, agrega Fernández. Por eso se están ajustando todas las carreras para que tengan siempre este tipo de “nuevas herramientas” incorporadas. 

Los resultados tardarán varios años en verse, pero empezar por algo como lo de sus profesores, creo que es mitad del camino hecho.