En movimiento
Al ritmo que va creciendo Playa del Carmen, no quedan tan lejos las necesidades que se plantean en estos días en ciudades mucho más grandes respecto a la movilidad...
Al ritmo que va creciendo Playa del Carmen, no quedan tan lejos las necesidades que se plantean en estos días en ciudades mucho más grandes respecto a la movilidad, particularmente por la organización Greenpeace, en la Zona Metropolitana del Valle de México.
¿A quién le gusta la terrible sensación de parálisis?, pregunta Angélica Simón, vocera de la agrupación ambientalista, para continuar explicando:
“Moverse, desplazarse libremente es una necesidad humana indiscutible, un derecho que nos ha sido negado, que nos está siendo cada vez más limitado en las grandes ciudades porque han condicionado la movilidad de las personas a la tenencia de un automóvil particular para poder usar las grandes avenidas, que por cierto, también están cada vez más paralizadas por el congestionamiento vial.
Todos, automovilistas, ciclistas, peatones, ciudadanos -que es nuestro punto en común sin importar en qué o cómo nos movemos-, somos víctimas de un modelo de ciudad en el que nos hemos olvidado hacer de las personas el eje de las políticas de movilidad y de desarrollo urbano.
Quienes vivimos en ciudades de más de 15 mil habitantes, 7 de cada 10 habitantes de México, sabemos que cada vez es más difícil y peligroso moverse. ONU-Hábitat presentó el Reporte Nacional de Movilidad Urbana en México 2014 y las cifras hablan de que nos estamos olvidando de andar nuestras ciudades.
Según los datos del reporte, 77% de la inversión pública se destinó a infraestructura vial que detonó el incremento de 160 a 300 vehículos por cada mil habitantes, entre 2000 y 2012. Lo curioso es que 3 de cada 4 desplazamientos de las personas no son en auto privado.
Las personas pierden hasta 3.5 horas diarias en transportarse y los usuarios califican los servicios como ineficientes, inseguros y de mala calidad.
Definitivamente necesitamos otro modelo de movilidad en las grandes ciudades. La ONU-Hábitat reconoce en la movilidad urbana un elemento clave para la construcción de ciudades densas, incluyentes y sustentables.
¿Qué se necesita? Armonizar la legislación de asentamientos urbanos, desarrollo urbano, movilidad sustentable, vivienda y medio ambiente; reorientar el financiamiento público en movilidad urbana hacia el transporte público masivo y dar prioridad a peatones y ciclistas y una cultura de movilidad que promueva el uso racional del automóvil, entre otros puntos.
Y no sólo lo dice la ONU, lo decimos las personas que queremos tener mejores ciudades y que tenemos derecho a movernos de manera eficiente, segura y sin contaminar nuestro propio aire.”, señala la activista Simón, a la vez que convoca a las autoridades actuales y futuras, así como a todos los ciudadanos, a comprometerse en ese sentido.
La agenda precisa impulsar una ciudad compacta, densa, mixta y participativa; aumentar la calidad, cobertura y accesibilidad del transporte público; garantizar el uso de la bicicleta como medio de transporte; garantizar la calidad y seguridad en la movilidad a pie; promover la racionalización del uso del automóvil.