Periodistas de Chetumal y Cancún tuvimos una idea novedosa: conversar con la presidenta municipal de Puerto Morelos, Laura Lynn Fernández Piña, encuentro que nos permitió explorar muy de cerca a una de las protagonistas del momento.

Para empezar, lo inusual fue la coincidencia de objetivos en un grupo que difícilmente se pondría de acuerdo para tomar un café, y que en esta ocasión hizo a un lado arraigadas resistencias para organizarnos y demostrar que son posibles estas reuniones que nos aportan elementos de juicio y datos frescos sobre la personalidad y motivaciones de los hombres y mujeres del poder.

Con Jorge González Durán y Antonio Callejo me une la combinación de amistad y admiración por su letal propuesta periodística ¿Qué más puedo decir de la talentosa Zuleika Cáceres y otros amigos? De Chetumal se desplazaron también Julián Santiesteban, Hugo Trejo y Carlos Pérez Zafra.

Laura Fernández fue diputada local del PRI y candidata de la coalición PRI-Verde Ecologista a la recién desempacada alcaldía de Puerto Morelos, desprendido del coloso Cancún. La dama tiene proyecto e impulsa una agenda responsable, destinada a fortalecer el municipio que tiene encomendado.

Aquí es detectable un equipo apasionado por sus tareas, con todo por hacer y con la experiencia de municipios de reciente creación que han sido minados por el cáncer de la corrupción y la ineptitud. Vean lo que ocurrió en el sureño Bacalar, donde el ex alcalde priista José Alfredo “Chepe” Contreras metió a la nómina a medio mundo –incluso a chetumaleños–, hasta colapsar las famélicas finanzas.

Estos encuentros son saludables para ambas partes, pero el prejuicio ha dañado la relación con otras figuras. En cierta isla golondrina gobierna una señora que con espada de samurái cortó de tajo la menor posibilidad de conversar. Porque esta señora panista decidió linchar al gremio, con el visto bueno de un panismo mareado por el poder que les cayó de rebote.

Todos los panistas se han enclaustrado, sin comprender que su relación con los periodistas es obligada. Pero cuando decidan salir de la ostra los estaremos esperando con nuestro costal de preguntas.

En este escenario es más digna de elogio la respuesta de la alcaldesa Laura Fernández a nuestra invitación, en plan fraterno y sin evasivas. Es la mujer indicada para esa enorme tarea.