Enfermedades desatendidas
Las enfermedades tropicales son aquellas que no sólo están definidas por una situación geográfica sino también por una condición cultural y económica.
Ayer 14 y hoy 15 de febrero, la Academia Mexicana de Dermatología, A.C., y los colegios de dermatólogos de la Península de Yucatán realizan por segundo año consecutivo un curso de Dermatología Tropical, que en esta ocasión es en la ciudad de Mérida; este evento consolida la visión integradora que tiene esta agrupación dermatológica nacional con el resto de la regiones de México para conformar la verdadera dermatología mexicana.
Las enfermedades tropicales son aquellas que no sólo están definidas por una situación geográfica sino también por una condición cultural y económica. Así como el ambiente influye creando las condiciones que favorecen estos padecimientos, como el calor y la humedad, las condiciones de pobreza e insalubridad también contribuyen a perpetuarlas; aquéllas son naturales y éstas injustamente impuestas.
Actualmente la Organización Mundial de la Salud (OMS) llama a este grupo de padecimientos Enfermedades Tropicales Desatendidas, porque al estar asociadas con la pobreza y no tener el interés comercial de las empresas de salud ni de los laboratorios farmacéuticos, los enfermos y la población en riesgo sólo cuentan con la atención que les den sus gobiernos y como ocurren en países muy pobres, entonces dependen de la colaboración y solidaridad que brinden los países desarrollados y éstos no se caracterizan por ser muy generosos, todo lo cual dificulta su control a pesar de ser prevenibles y erradicables.
Uno de cada seis habitantes del planeta está afectado por una o más de estas enfermedades y los enfermos viven principalmente en las zonas rurales más pobres del mundo. Los padecimientos producen discapacidad e improductividad y por lo tanto más pobreza, por lo que la colaboración internacional es fundamental para aportar los recursos económicos y científicos para su adecuado control.
Estas enfermedades son producidas por virus, como el dengue y la rabia; por bacterias, como la lepra, tracoma, úlcera buruli y pian; por protozooarios, como la enfermedad de chagas, tripanosomiasis africana humana y leishmaniasis; por helmintos o gusanos, como cisticercosis, drancunculosis, equinococosis, nematodosis transmitidas por alimentos, filariasis linfática, oncocercosis, esquistosomiasis y helmintosis transmitidas por el suelo. Estas son las 17 enfermedades tropicales a la que la OMS dedica especial interés.
La prevención y erradicación de estas enfermedades es posible, para conseguir este propósito se requiere menos dinero del que se gasta en armas o en cosméticos, pero los intereses de la industria farmacéutica miran en otra dirección; a pesar de los esfuerzos de la OMS y demás fundaciones altruistas, la iniciativa de la reducción de costos de los medicamentos y el otorgamiento de un porcentaje del PIB de los 192 países socios podrá ser aprobada hasta el 2016. Oremos para que no se retracten los donantes.