Mucha inquietud provocó entre los trabajadores la reforma constitucional hecha, el 21 de febrero pasado, a los artículos 513 y 515 de la Ley Federal del Trabajo, y la adición del artículo 515 Bis, a fin de actualizar la tabla de enfermedades y de valuación de las incapacidades permanentes de los trabajadores, pues las diversas interpretaciones partidistas, en vez de dar tranquilidad, han creado un clima de incertidumbre sobre su revisión.

Cabe recordar que en la actual Ley Federal del Trabajo desde su promulgación, en 1970, hace casi ya 47 años, dicha tabla no ha sufrido actualización alguna, no obstante que el mundo del trabajo ha experimentado grandes cambios por la globalización, en las políticas de empleo, y la transformación de los procesos de la producción, además del creciente estrés, la aparición o mutación de bacterias cada vez más resistentes a los antibióticos, las enfermedades psicosociales y la aparición de diferentes tipos de cáncer, las relaciones interpersonales del trabajo. La falta de actualización originó rezago en la identificación de nuevas enfermedades laborales inherentes a la actividad económica y la exposición a diferentes agentes causales como sustancias químicas y biológicas, muchas de ellas muy tóxicas.

Fue el 30 de noviembre de 2012 cuando se realizó una reforma a la Ley Federal del Trabajo, mediante la cual se practicaron modificaciones a 400 de sus más de mil artículos y la última se dio el 12 de junio de 2015; sin embargo, pese a las reformas, las tablas referidas siguieron intactas. Lo que alarmó a los legisladores de izquierda fue que con esta reforma se eliminó la tabla existente y ahora es la Secretaría de Trabajo y Previsión Social la que la expide, con autorización de la Comisión Consultiva Nacional de Seguridad e Higiene del Trabajo, sin que pase por el Poder Legislativo, lo que fue interpretado como la intromisión del Ejecutivo federal en asuntos del Poder Legislativo.

La preocupación de algunos es que la Comisión Consultiva está integrada por representantes de la Secretaría de Salud, del IMSS, así como la CTM, la CROC y la CROM, que sabemos son muy afines al Partido Revolucionario Institucional; e igual por organizaciones empresariales como el CCE, la Coparmex y la Canacintra, entre otras, lo que deja en desventaja a la representación de los trabajadores. ¿Tienen o no razón?