Enseñanza

"Es injusto echar a una mujer de un local o excluirla de cualquier tipo de reunión simplemente porque verla dando el pecho haga que alguien se sienta incómodo".

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La columna Viernes Cultural y El Transcriptor siguen chiflando el año nuevo, al ritmo de Tony Camargo: yo no olvido el año viejo… me dejoó una chiva… una yegua blanca… y bailan guapachosamente, ella, en una mano con una copa de exquisito champán y en la otra, botanitas de bacalao y turrón de Alicante, y él, con las dos manos en “aquellito” de la columna Viernes Cultural.

En medio de pitos, matracas y bombitas, ella interrumpe el meneo, y en alta voz, como notario, lee la nota a invitados, colados y demás asistentes:

“Una madre de Florida señala que es injusto echar a una mujer de un local o excluirla de cualquier tipo de reunión simplemente porque verla dando el pecho haga que alguien se sienta incómodo. Dijo: Los pechos están hechos para nutrir a tu bebé antes que para dar placer a cualquier otro hombre, mujer o pareja. Su única finalidad es servir de alimento y dispensarlo directamente a la boca del bebé. No hay nada raro en eso”.

Sí, sí, sí, gritó el coro masculino de la fiesta. El erotómano del año 2016 arrebata el texto a la columna Viernes Cultural, y concluye con la aprobación de los parroquianos: adoptaremos para éste y los siguientes años del porvenir, la consigna universal de la madre norteamericana, con la que finalizó su disgusto maternal:

¡Enséñale al mundo tus tetas!

De nada… Saludos…

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