¿Entraremos en crisis económica? Mitos y realidades
Desde que Trump ganó las elecciones y el peso se devaluó violentamente, sí se devaluó, dejemos ya de decir que se depreció, la realidad es que enfrentamos desde hace seis meses una pronunciada devaluación de nuestra moneda.
Desde que Trump ganó las elecciones y el peso se devaluó violentamente, sí se devaluó, dejemos ya de decir que se depreció, la realidad es que enfrentamos desde hace seis meses una pronunciada devaluación de nuestra moneda.
Bueno después de esa catártica aclaración vamos al nuestro tema, desde la victoria de Trump todos los mexicanos asumimos que México iba directo a una crisis económica.
Pues le digo algo, con todo y el mega-gasolinazo la economía del país es estable y tenemos espacio de operación económica para crecer, sí leyó Usted bien: para crecer.
Corriendo el riesgo de ir en contra de la opinión de la mayoría, al igual que el analista Enrique Quintana, difiero. Creo que estamos lejos de estar en una crisis, pese al dólar y las gasolinas. Comparto con Usted algunos de los razonamientos de Quintana, con los cuales coincido totalmente:
1.- El crecimiento económico.
El jueves de la semana pasada, el secretario de Hacienda dio a conocer que estima que, en 2016, la economía mexicana haya crecido en 2.2%. El grupo de economistas que quincena tras quincena encuesta Citibanamex estima un crecimiento de 2.1%. Para este año, ese promedio es de 1.7% y los más pesimistas piensan que será de poco menos de 1.0%. En este momento, no hay analistas serios que visualicen una caída de la economía en este año. La última vez que México tuvo una caída al término de un año fue en 2009, con un retroceso de 4.7%.
2.- La inflación.
El pronóstico de inflación para este año es de 4.7%, en el consenso que recoge Citibanamex. Los más pesimistas hablan de una inflación que estaría un poco más allá de 5.0% al término del año. Es cierto que se trataría de la inflación más elevada de los últimos ocho años, pero estaría aún por abajo del 6.5% que se registró al término de 2008 y ni hablar del nivel de 9.0% con el que terminamos el año 2000.
3.- El desempleo.
La tasa de desempleo a noviembre del año pasado (último dato disponible) está en 3.6%, la menor desde la mitad de 2008. La tasa de subocupación fue de 7.04%, también la menor desde octubre de 2008.
4.- El salario real.
En diciembre las revisiones contractuales de los salarios promediaron 3.9% de incremento. Con una inflación pronosticada de 4.7% para el final del año, el poder adquisitivo del sector formal caería 0.8%, lo que no parece precisamente marcar una crisis. Queda claro que no son las cifras más prometedoras ¡sin embargo tampoco indican un destino apocalíptico!
5.- El dólar.
La divisa norteamericana se encareció en 20.6% en los últimos 12 meses. En este caso se trata de la peor devaluación de nuestra moneda para un año completo en lo que va de este siglo, y por lo mismo de un cambio profundo que sí puede poner en crisis a quien requiera estructuralmente dólares y sólo pueda obtener ingresos en pesos.
6.- El mercado interno.
El año 2016 no sólo no fue de crisis para el comercio y la banca, al contrario, fue uno de los mejores años de la última década. El crecimiento de las ventas comparables de la ANTAD era de 6.5% en noviembre. Se tendrán cifras de todo el año en los próximos días.
Y si todos los puntos anteriores describen el cuadro de nuestra economía, ¿por qué hay la sensación de que estamos en crisis? Por dos cosas. Por el temor y la incertidumbre respecto a las consecuencias del gobierno de Trump, y por la percepción, que asume desde hace muchos meses, que las cosas andan mal en México.
Existe el riesgo de que el gobierno de Trump pueda traer consigo una crisis, ésta sí real, en todas las variables que listamos. Puede ocurrir. Pero, evitemos vivir la pesadilla antes de tiempo. Más bien, ocupémonos en adaptarnos, minimizar los costos, aun en el peor de los escenarios y sobretodo en ¡¡¡Encontrar las oportunidades aún en un escenario de crisis, si es que esta llega!!!!