Es de destacar en estos momentos el trabajo independiente que realizan desde su trinchera, que es la música, Fernando Delgadillo y Enrique Quezadas. 

Fernando presentó con mucho éxito, después de cuatro años, su propuesta “Tiempo Ventanas”, que consiste en catorce canciones. Cronista de sucesos que ocurren cotidianos en el país, Delgadillo sabe ensamblar en su lugar las diferentes piezas que conforman el complejo rompecabezas popular nacional. 

La Canción Informal presenta nuevamente situaciones de humor, denuncia social, familia y amor, en la constante de renovarse y dar congruencia al proyecto que cumple más de veinticinco años. Artista independiente sabe del temperamento requerido para hacer realidad su propósito y de paso, sin que él insista en ello, poner el ejemplo a todos aquellos que se quejan de falta de oportunidades o apoyos oficiales para conseguir sus metas. 

Enrique Quezadas presentó su sexto disco individual “Estas Islas”, donde el piano, la guitarra y la voz fraterna del artista proponen letras acordes con los tiempos que vivimos y establecen nuevas formas para cantarle al amor. 

Al amor de pareja, la Pacha Mama, a México y a la espiritualidad indispensable para, en la circunstancia actual,  reconocernos como hermanos, dejando de lado la diferencia que entorpece la comunidad. Quezadas tiene las credenciales de compositor e instrumentista que lo han destacado con importantes premios por la creación de música original para el cine mexicano. 

Como de costumbre, no espere escuchar  las canciones de ambos artistas en la radio. Todo aquel que no encaja en las reglas de contratos y condiciones que imponen las compañías disqueras no goza de tal derecho, no obstante que sus originales ideas sobrepasen generalmente  la mediocridad de la oferta de muchos medios de comunicación. 

Aunque esto último es solo el ejercicio del poder de quien decide que puede escuchar el mexicano y es  injusto, tal vez sea mejor. Hay que separar la basura de los modelos de dos estrofas y estribillo de tres minutos que no dicen nada (pero encajan perfectamente con la excesiva cantidad programada  de anuncios de la programación radial), de lo que realmente vale la pena. 

Al fin de cuentas ambos cantautores son favorecidos por miles de fans en redes sociales y en sus conciertos. Vaya biem.