Entrovados
Al presentarse el martes el Primer Coloquio de Trova Yucateca se reveló que la situación de los músicos e intérpretes de las melodías no es nada buena en estos tiempos de crisis económica.
El panorama, en general, de la trova yucateca está lleno de “sombras”, como aquel bolero que hiciera famoso el fallecido Javier Solís, también conocido como “El señor de sombras”.
Al presentarse el martes el Primer Coloquio de Trova Yucateca, organizado por la Unión de Trovadores “Pepe Domínguez” en el Museo de la Canción Yucateca, dentro del Festival Internacional de la Cultura Maya (FICMaya), se reveló que la situación de los músicos e intérpretes de las melodías no es nada buena en estos tiempos de crisis económica.
Una investigación elaborada por estudiantes de la Facultad de Antropología e Historia de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), con 40 trovadores entrevistados, esclarece gran parte del panorama de los músicos. En términos generales, hay un promedio de 150 trovadores que todavía le “rascan” a la guitarra y sueltan el falsete en la entidad, pero la mayoría carece de seguridad social; obtiene ingresos paupérrimos semanales y tiene que trabajar en otros sitios para completar el gasto familiar.
PRIMERA CAIDA.- El estudio antropológico revela que, de los 40 entrevistados, al menos 20 están en un rango de 70 a 90 años de edad, o sea, un 50 por ciento; mientras que 16 de 40 entrevistados (40 por ciento) tiene de 40 a 60 añejos. Sólo 4 de 40 (10 por ciento), tiene en promedio 30 años o menos. En cuanto al desempeño de otras actividades para conseguir la “papa” diaria, el estudio indica que 24 de 40 entrevistados (60 por ciento) tiene que laborar dando clases de guitarra, otros son artesanos, mecánicos, estudiantes y licenciados, así como maestros o contadores. Sólo 16 de los 40 encuestados (40 por ciento) dijo que se dedica de lleno a la trova.
SEGUNDA CAIDA.- Lo difícil viene al momento de los ingresos semanales. Del universo de los 40 músicos entrevistados, sólo 20 (50 por ciento) obtiene, en una buena semana, de 600 a mil pesos; sólo 10 (25 por ciento) se llenan la cartera con mil 100 a mil 500 pesos; nueve de ellos perciben 500 pesos o menos a la semana, y sólo uno (si es que no mintió) se mete a la bolsa de mil 600 a 2 mil pesos. Del total de los entrevistados, 16 (40%) labora en otros lugares como bares, restaurantes, cantinas y eventos privados, además de estar en la Plaza Grande, mientras que 24 son fieles a las noches de la Plaza Principal.
TERCERA CAIDA.- Otro aspecto sombrío que registra el estudio es que 23 de los 40 encuestados (57.5%) carece de Seguro Social, o sea, que si se enferman, pues todo correrá por su cuenta. Nada más 17 de los trovadores (42.5%) sí disponen de seguridad social, pero no por laborar en la trova, sino porque fueron inscritos por parientes, hijos o demás familiares. Finalmente, 10 músicos (25%) llevan de 41 a 50 años dedicados a la trova; ocho (20%), de 11 a 20 años; siete (17.5%), de 21 a 30 años; seis (15%), de 31 a 40; cinco (12.5%), de 51 a 60 años; y sólo cuatro (10%) tienen 10 o menos años dándole a la tocada. Cada vez hay menos trovadores con pocos años en esta chamba.