Siguiendo con el tema peatonal y los servicios que la ciudad debe proporcionar, quisiera comentar casos como el de Montreal, ciudad muy alejada de los problemas viales que en Mérida sufrimos en ciertos lugares y momentos, en donde su policía tiene un equipamiento permanente de más de 500 guardianes del cruce seguro en las zonas escolares, más otro grupo de 180 guardias escolares a disposición por vía telefónica, es decir, para auxiliar en situaciones especiales. 

Todos ellos supervisan la seguridad de los niños en los cruces de las esquinas en su camino a la escuela, con el propósito de prevenir accidentes viales y garantizar el bienestar de los niños; adicionalmente, estos guardias de cruce ofrecen de manera permanente talleres de enseñanza a los alumnos de las escuelas para inculcarles las normas de seguridad que ellos deben cumplir.

En el caso de Barcelona, en todos los cambios de dirección en las esquinas, al dar vuelta los conductores saben que si hay alguien que está cruzando la calle es él quien tiene la preferencia, es decir, al dar vuelta todos los conductores saben que tienen que disminuir radicalmente su velocidad de circulación, ya que tienen que respetar el derecho de los peatones que pudieran estar cruzando la calle a la que se incorporan; perdonando el sarcasmo, igualito a lo que hacen los conductores en Mérida, especialmente en los cruces de vuelta continua a la derecha, ya que para ellos el peatón no existe.

Pero el peatón debe conocer también cuáles son sus responsabilidades para no poner en riesgo su seguridad; por ejemplo, en al cruce de peatones del Gimnasio Polifuncional al Salvador Alvarado, un señor que caminaba por la banqueta viendo hacia el norte, al estarse pasando del paso peatonal me imagino recordó que tenía que cruzar e intempestivamente y sin voltear a ver comenzó a hacerlo; lo llamé y le dije que cuando menos debía voltear la vista para hacer ver a los conductores su intención de cruzar y entonces hacerlo, pero no, desafortunadamente son muy pocos los peatones que lo hacen y en esto hay que insistir para su seguridad, ya que la calle es un espacio compartido en donde todos tenemos derechos, pero también responsabilidades. Lo que a todos nos falta es simplemente cultura vial.