Eres lo que publicas
No sólo se trata de devolverte la privacidad, se trata de enseñarte a perderla.
Si visitas la página Eresloquepublicas.com podrás descubrir frases que inundan las redes sociales como “odio mi trabajo”, “odio a mi jefe”, “estoy borracho”, “estoy crudo”, faltas de ortografía e insultos, entre otras mucho peores…
“No quiero ser yo la primer mexicana que masacre una escuela por odio a su maestro.”(sic) –Anahí Núñez, estudiante mexicana de diseño gráfico.
¿La causa? Posiblemente los jóvenes piensan que no serán afectados por lo que publican -lo que se conoce como invulnerabilidad percibida-, por lo que no están motivados a evitar comentarios y fotografías comprometedoras, ni a configurar la privacidad de sus cuentas.
Lo que tal vez ignoren es que lo que publiquen hoy podría dejarlos sin trabajo (o sin pareja) mañana… o en unos años.
37% de los reclutadores revisan las redes sociales de un candidato junto a su currículum, como lo indica una investigación de CareerBuilder. Los profesionales rechazaron aspirantes por lo que encontraron: fotografías inapropiadas y evidencia de haber bebido alcohol o usado drogas, como principales causas.
Otra fue que el candidato demostrara pobres habilidades de comunicación…
“¿Por qué escribes como abuela?”, escuché decir a una universitaria para criticarle a otra su correcto uso de la ortografía.
Y si sumamos a quienes comparten una imagen de su tarjeta de crédito nueva, o revelan su localización a cada momento en Foursquare, o etiquetan a todos en esa foto de la fiesta cuando abrazaban la ebriedad... entonces existe un problema.
Un problema para jefes y empleados, para alumnos y maestros, para padres e hijos, para más de 40 millones de mexicanos que ya está en redes sociales, pues el umbral que dividía la vida física y virtual ha desaparecido.
Junto a Mónica Maestre, Hans Nolte y Mihail Minkov, he trabajado para documentar y exponer el problema.
Tenemos una estrategia de prevención, un libro, un website y una conferencia que estamos presentando en instituciones académicas. No sólo se trata de devolverte la privacidad, se trata de enseñarte a perderla. Eres lo que publicas. [email protected].