Es como oír la historia de la selección nacional
Como en el futbol, el Tianguis Turístico parece encaminarse al complaciente terreno de que codearse con los mejores es suficiente.
Gratifica, sin duda, percibir el optimismo con que comenzó ayer en Cancún el Tianguis Turístico 2014. Números récord en asistencia, naciones y, la cifra dorada en esta clase de eventos, citas de negocios. Habrá cerca de 30 mil. Es decir, cerca de 30 mil potenciales acuerdos con inversionistas que derivarían en proyectos turísticos de todos tamaños en cualquier punto del país.
Por eso las 32 entidades hacen presencia. Michoacán, Tamaulipas, el Estado de México incluidos. No se diga Guerrero (sede en 2015) y Veracruz que, valga el lugar común, han tirado la casa por la ventana con sus stands. Hay un toque mágico en esto. Parecería que estar en el tianguis es también sobarle la barriga a alguna diosa de la fortuna.
El subsecretario de Turismo, Carlos Joaquín González, me dijo minutos antes de la inauguración que las cifras del primer bimestre superaron en 15 por ciento las del por sí muy buen 2013. Detalló la ubicación nada desdeñable de México en los rankings internacionales, pero, inexorablemente, esbozó lo que he escuchado en tantos tianguis anteriores: debemos mejorar nuestra infraestructura y servicios para dar el paso que nos convierta en la superpotencia turística que no terminamos de ser…
Quizá por la proximidad del Mundial pensé en el famoso quinto partido de la Selección que, por angas o mangas, nunca llega. Como en el futbol, el turismo parece encaminarse al complaciente terreno de que codearse con los mejores es suficiente.
Me fui de Cancún con la impresión de que en Acapulco 2015 escucharemos más o menos la misma tonada. Y no está mal, pero…