Ante la pregunta que planteó ayer Ciro Gómez Leyva en su columna, hay una hipótesis que desde hace semanas ronda en la mente del sector turístico. No son pocos los que la barajan.

El Barómetro Turístico de la Organización Mundial del Turismo de la ONU arrojó el año pasado que, en 2011, México apareció en el lugar número diez, habiendo recibido 23.4 millones de turistas internacionales. La cifra que aparece en estos rankings internacionales surge de lo que reporta cada país a la OMT.

Pero en México existen grandes inconsistencias entre las cifras que se generan desde diferentes instancias. El INEGI es clave en esta tarea. Asimismo, el Banco de México es una de las fuentes típicas de información, pues mide el ingreso de divisas al país. Quienes saben del tema dicen que Banxico es totalmente omiso respecto de los extranjeros que entran a territorio nacional desde la frontera sur, y que su metodología también presenta fuertes omisiones a la hora medir excursionistas y otros turistas extranjeros de corta estancia. 

Así las cosas, las cifras que reportaba México hasta hace unos meses estaban nutridas de una mejor aproximación metodológica que la que se hubiera reportado si solo se tomara en cuenta lo que decía Banxico. No obstante, parece que el gobierno mexicano decidió cambiar la cifra que reporta y ahora solo se estarían tomando en cuenta las cifras incompletas generadas por el instituto central. De ahí la supuesta “caída”, en la que saldremos del top ten turístico mundial para ubicarnos en la posición 12.

En adición a lo anterior, habría un trasfondo de naturaleza política: a la secretaria Claudia Ruiz Massieu le convendría reportar ahora mismo este descalabro en un foro tan relevante como el Tianguis Turístico de Puebla, como lo hizo, a fin de que, en un plazo razonable —3 años—, y ya con los números mejor concentrados, reporte una recuperación significativa, lo que la catapultaría. De ahí también la idea de restituir el Tianguis a Acapulco después de su primera etapa como itinerante. En Guerrero hay elecciones en 2017. ¿La primera gobernadora?

Todo indica que el turismo sigue siendo la cartera noble del gabinete. Como siempre lo fue con el PRI.