Primero se escuchan como “barridos” unos cinco disparos, luego, los demás, pero no al unísono. Con esa salva rubricó la sección de honores de la Heroica Escuela Naval el pase de lista a los Héroes del 21 de abril de 1914, el pasado domingo. 

Fueron evidentes los errores en  la conmemoración del 99 aniversario de la Defensa de Veracruz en el plantel de Antón Lizardo. Noticieros nacionales y Presidencia subieron el video con que ilustraron la información.

Imagino el rostro del secretario de Marina, junto al presidente de la República, al escuchar la salva fallida; ni el desfile posterior en el que participaron los colegios Militar y del Aire habrá borrado su molestia; y ni imaginar el castigo a los responsables, porque los correctivos son proporcionales a la gravedad de la falta. 

¿Qué sucedió? Nuestra experiencia al participar en esas ceremonias nos dice que los nervios traicionaron a algunos cadetes o el comandante se demoró en dar la orden ejecutiva de ¡fuego!, porque el dedo en el llamador traiciona. Revisando el video, parece que fue lo primero.  

Y es que el punto culminante es la salva de honor, debe escucharse como un solo disparo, de película, pues.

Pero las ceremonias imponen, y más con la presencia del presidente, secretarios de Marina y Defensa, autoridades civiles, la familia, las novias, etc.

Días antes, en el zarpe del buque Cuauhtémoc a su crucero de instrucción por Europa, el titular de la Marina dijo que en ese velero “se aprende a valorar en plenitud la importancia del trabajo en equipo, la disciplina, la organización, y la exaltación del espíritu marinero”. 

Eso es cierto, aunque también se abreva ese conocimiento y tradición en los otros buques, unidades de infantería o aeronaval y en los planteles navales. Pero a veces, muy pocas veces, por cierto, algo falla y, en segundos, todo se echa por la borda.