En la vida diaria, así como en la vida emprendedora, vamos a tener personas que nos van a ir orientando para cumplir nuestras metas, en su labor de coach está el decirnos lo que debemos y lo que no debemos hacer.

Entre una de sus funciones está exponernos lo negativo, es decir lo que no nos gusta escuchar, y es ahí cuando viene el problema. Si el coach es un profesional que contrataste, es el momento cuando lo tiras a loco y dejas de acudir a tus sesiones, incluso hasta buscas un nuevo mentor; ahora que si tu coach es un amigo de mucha confianza o incluso son tus padres, no vas a dejar pasar el momento para refutarles y advertirles que están locos y que ven todo el panorama negativo y lo único que quieren es que tú no tengas éxito.

Es este el momento en el que debemos de aprender a escuchar sin refutar, comprender las palabras que nos dicen y reflexionar; es entonces cuando podemos darnos cuenta de que estamos madurando como emprendedores. 

Ya que las palabras que no nos gustó que nos dijeran en su momento pueden llegar a ser en un futuro la superación de un problema y evitar el fracaso del negocio.

Y recuerda: “Si no tienes críticos, es muy probable que no tengas éxito”.