¿Ya revisaste tu cuenta bancaria?, le pregunto a la senadora del PAN Gabriela Cuevas. La respuesta es afirmativa. A su cuenta personal llegó un depósito por 430 mil pesos. Los famosos 430 mil pesos que “alguien” ordenó depositar en las 38 cuentas personales donde quincenalmente se depositan los sueldos de cada uno de los 38 senadores panistas.

—¿Nadie te echó aguas?

—¡Me enteré por los medios de comunicación!

—¿Nadie te dijo, “senadora, le va a caer una lanita”?

—Me enteré por los medios. Voy a hacer una consulta al SAT, porque es un tema delicado. Al depositarlo en mi cuenta, donde me depositan mi pago de nómina, lo vuelven un ingreso personal y no lo es. Y como lo depositaron como ingreso personal, tendría que pagar como 120 mil pesos de impuestos. ¡Pues, no!

—¿Y entonces?

—Claramente es ilegal. ¡Ese dinero no es mío! Y es algo muy delicado. En principio, creo que fue un error administrativo. No creo que sea un asunto de dolo.
Gabriela ofrece manejar el caso con transparencia. Buscará al SAT, pedirá una opinión técnica para no convertir un error de “otros” en un error personal y, a partir de eso, tratará de encontrar la forma de devolver el dinero.

—Es algo que está mal 

—concluye—. Por supuesto que haré la devolución, nada más que no quiero incurrir en un error legal.

Supongo que los otros 37 senadores seguirán el método Cuevas. Aunque en ese circo blanquiazul no puede descartarse que alguien diga que se tiene bien ganados sus 430 mil pesotes por los servicios prestados a la nación.

O que “lo caido, caido”.