Esos 'compañeros' quieren caos
Los delitos multitudinarios son la táctica de una estrategia diseñada años antes de las muertes y desapariciones que se pretextan como coartada y celebran a quienes apuestan por una “guerra popular prolongada”
Los delitos multitudinarios que se vienen cometiendo son la táctica de una estrategia diseñada muchos años antes de las muertes y desapariciones que se pretextan como coartada y parecen celebrar quienes apuestan por una “guerra popular prolongada”, de inspiración maoísta, corregida y aumentada por el senderismo peruano en los 80, en realidad un movimiento que, para efectos prácticos, de nada sirvió para mejorar la vida de nadie.
Esa corriente de pensamiento, engañosamente “revolucionario”, se gestó una década atrás (han pasado ya casi 50 años), y en él se forman cuadros activos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, empeñada en el mantenimiento de privilegios, comercio de plazas y devastación de cualquier programa educativo.
Sus militantes van hoy por un chaleco de policía, el saqueo de una tiendita o tiendota; por la destrucción de una sucursal bancaria o la quema de recintos y otros bienes públicos o privados, y claman por la represión para seguir sacando la capitalista plusvalía a los muertos…