Como decíamos la semana pasada, es necesario hacer un estudio integral del sistema vial para proponer el universo de acciones que permitan transitar a una red de espacios públicos seguros, con una condicionante ineludible, que todos conozcamos nuestros derechos y nuestros deberes.

Ser amenazado por una pick up blanca que a más de 80 km por hora transita por Circuito Colonias, entre la 60 y Prolongación y que se siente dueña de la calle, o casi atropellar a un señor que cruza la 20 de la Col. México dándole la espalda a los vehículos o tener que frenar bruscamente porque una guiadora asoma su auto más de la cuenta al llegar a la avenida Colón, o el ciclista que en sentido contrario transita sobre la calle 60, son cuatro pinceladas de lunes, aunque se repiten todos los días, por toda la ciudad, que afortunadamente no terminan mal, aunque muchas otras acaban en tragedia.

El número de fallecimientos aumenta, pero pareciera que a nadie le importa; los motociclistas siguen creyéndose los dueños de las calles, como el conductor de una de las motos más escandalosas que he visto, que circulaba sobre Montejo, y además traía un equipo de sonido a unos 90 insoportables decibeles y rebasó dos patrullas sin problema. 

La noche del domingo los noticieros sobre las elecciones incluyeron imágenes aéreas de la ciudad, resaltando la falta casi universal de señalización en piso de los carriles de circulación, especialmente en glorietas; si queremos un espacio vial seguro, dotémoslo de la información necesaria para su buen uso, sin olvidar el compromiso indispensable de trabajar en un proceso permanente y continuo de educación vial.

Muchas ciudades se preocupan por incrementar al máximo el control de la seguridad del uso de la vía pública, instalando equipos con mayor tecnología y desarrollo, como señalización vial luminosa estratégicamente ubicada, y sistemas digitales integrales para la optimización de la semaforización, nosotros seguimos llenando las calles de obstáculos, muchas veces sin señales y sin iluminación; la señalización integral debe ser nuestro principal compromiso, a fin de evitar señales invisibles, así como definir carriles y espacios para el peatón. Pero tengamos claro que esto es responsabilidad de todos.