Espejos y tiempo
Estamos de frente a un año nuevo, cerramos un ciclo o él nos cierra, habitemos en el tiempo presente.
Vamos a movernos en terreno conocido, en una palabra que nombra todo lo que nos rige. Esa palabra que a veces necesitamos corra muy deprisa, y que en otras ocasiones imploramos se retrase porque no nos alcanzan los instantes para medirla: tiempo.
Tejemos ciclos, muy pronto uno más se acaba y, ¿qué es el tiempo? Lo hemos sentido violento, dulce, esperanzado, adolorido. Pedimos que pase, que todo lo cure; pero también deseamos que regrese y de igual manera hacemos la promesa de honrarlo con nuestros recuerdos. Tiempo y recuerdos. Le agregamos recuerdos al tiempo y también etiquetas; como si todo se tratara de un intento para medirnos a través de él. Cuánto tiempo nos queda, cuánto tiempo necesitamos, cuánto tiempo perdemos, ¡cuánto tiempo! ¿Qué es esta necesidad de medir la vida? El tiempo es, fluye.
Para la historia de esta semana, advierto que hay una mujer, Adelina Flores, que está sentada en un sillón desde el cual se mece. Ella nos habla desde tres vistas. En la primera, y en tiempo real, tiene de frente a su cuñado Leopoldo, a quien mira intermitentemente mientras éste se afeita y retrasa una ducha. La segunda, significa una vista que rompe dimensiones en la cual relata el trayecto y los movimientos de su hermana Susana camino al doctor, nos cuenta sus pasos, el escalón que sube en este instante, el lado por el cual cruza la calle. Para la tercera vista, estamos dentro de la mente de Adelina, quien dispara memorias de sus padres fallecidos y las enlaza con acciones presentes como tocarse la cicatriz blanca de un seno ausente.
En este cuento, “Sombras sobre vidrio esmerilado”, del autor argentino Juan José Saer, la memoria en el tiempo es exacta y lleva un aire de certezas, como si se tratara de una seguridad de saber que el recuerdo supone verdades porque no es casualidad que lo hemos vivido. Estamos de frente a un año nuevo, cerramos un ciclo o él nos cierra, habitemos en el tiempo presente; sabemos que los guiños al recuerdo están permitidos.