El viernes 15, en un marco de pluralidad e inclusión, donde fue notoria la ausencia del alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, se anunció el inicio de labores del Consejo Estatal de Planeación, cuya meta final es la elaboración del Plan Estatal de Desarrollo, que el gobernador Rolando Zapata Bello pidió que sea “un Plan ejemplar e histórico, que, con resultados, se gane el respeto de los ciudadanos”.

Y es necesario que el PED sea “histórico”, no sólo para que se gane el respeto de la sociedad, aunque también es importante, sino para que de verdad beneficie a los ciudadanos, a los miles y miles de personas que viven en Yucatán en condiciones de pobreza –inclusive de miseria-, sin empleo, sin acceso a la educación sin cortapisas, sin un horizonte de vida medianamente aceptable.

Uno tiene que alegrarse cuando ve que hay comprometidas en este esfuerzo más de 400 instituciones –gobiernos federal, estatal, municipal, universidades, organismos empresariales, sindicales, grupos civiles- porque genera confianza la apertura a conocer de ellos, y a través de ellos, la verdadera situación del pueblo yucateco y la posibilidad de que mediante esos grupos sociales se pueda medir y evaluar lo realizado.

Escéptico, el periodista, que en su larga carrera ha conocido planes semejantes –aunque no con la apertura del actual, hay que de decirlo-, espera que todos y cada uno de quienes integran el Coespy se pongan enfrente y las mantengan como divisa estas palabras de Zapata Bello, única fórmula para hacer algo histórico:

El respeto que dan las obras duraderas, el respeto que da la mejora permanente en las condiciones de vida de nuestra gente, que dan los programas que llegan a quienes más lo necesitan, el respeto que da cumplir con la tarea que la ciudadanía puso en nuestras manos.

No queda más que decir: Así sea.