Esta frase es el resumen de una encuesta que realizó hace pocos días la consultora De la Riva Group. En la semana de mayor ruido mediático de la reforma energética, ellos se dieron a la tarea de explorar las primeras opiniones de la gente. Fueron en total 800 personas de las 32 entidades las que respondieron. 

El análisis es muy largo, pero el resumen sería: 52% está a favor de la reforma, pero no sabe bien de qué se trata (solo cuatro de cada 10 tienen una idea más o menos concreta sobre los beneficios o no de esta propuesta). 

¿Qué se sabe/siente/entiende de la reforma según este sondeo?: 

• Solo la mitad ha escuchado hablar de ella (47%) y no existe claridad de lo que significa, las ideas todavía son muy generales o ambiguas.

• 24% abiertamente expresa que no puso mucha atención, que ya no se acuerda o que está confundido con lo que se está diciendo.

• 36% da comentarios muy generales sobre la privatización, la inversión privada o la inversión extranjera, sin dar una opinión clara.

• 25% se expresa favorablemente sobre la reforma, principalmente del aprovechamiento de recursos, el ahorro de energía y la modernización.

• 16% da opiniones negativas, manifiesta desconfianza y señala que existen muchos intereses políticos o cuestiona la privatización.

• “Privatización”, de hecho, es la palabra clave que usan para hablar de la reforma energética. En este contexto, las opiniones están divididas: 52% está a favor y 48% en contra.

• Los que más apoyan la reforma son los niveles socioeconómicos altos (61%) y los adultos mayores de 45 años (59%), mientras que los que más la cuestionan son los niveles populares (41%) y los jóvenes (43%).
Independientemente del apoyo, existen diferentes opiniones sobre quiénes se beneficiarán con la reforma energética: para 77% serán las empresas extranjeras, 71% al gobierno, 44% a las empresas nacionales, 35% a los trabajadores de Pemex y solo 34% a los mexicanos.

Muchas veces, los que seguimos de cerca estos temas económicos, financieros o de negocios damos por sentado que todo el mundo está metido hasta los huesos en la información del día a día. Y no… Creo que leer estos datos fríos nos obliga a poner siempre más contexto, a dar mucha más información básica y ante todo ser más simples y directos.