La estrella del SAT
Siempre la visión económica era: empresas pobres y empresarios ricos y esa percepción era real por la falta de elementos recaudatorios para las personas físicas, mito que ya cambió la reforma.
Todo empezó el 24 de noviembre de 2012, 6 días antes que el presidente Peña Nieto tomara posesión: fue la presentación del libro “Con dinero y sin dinero” de Carlos Elizondo; estaban en el panel el secretario de Hacienda Meade, el presidente de los diputados Beltrones, el ex secretario de Hacienda y presidente del senado Cordero.
La tesis del libro: en 20 años de reformas fiscales no había subido la recaudación fiscal. Las 3 principales razones: falta de legitimidad del gobierno, mala calidad del gasto y exceso de ingreso petrolero.
El libro expuso que la relación más íntima del ciudadano es la fiscal y fue la chispa que encendió la muy criticada reforma fiscal que a todas luces era recaudatoria y utilizaría toda la tecnología para poder informar a Hacienda sobre los ingresos de la población para incrementar la recaudación, esto incluye gastos en tarjetas de crédito, viajes, información de notarios en transacciones, información de ciertas tiendas y, lo reciente, gastos en clubes de golf y marinas.
La cuestión es: ¿está mal? Obviamente no, en México siempre se ha castigado a las empresas con toda la carga fiscal y no a las personas; en Estados Unidos y otros países recaudan más por los impuestos de personas físicas que de empresas.
Siempre la visión económica era: empresas pobres y empresarios ricos y esa percepción era real por la falta de elementos recaudatorios para las personas físicas, mito que ya cambió la reforma.
La tesis del libro la rompió Aristóteles Núñez, director del SAT, con un crecimiento del ISR en los últimos 12 meses, contando desde septiembre de 2015 de 23%, 2014 de 11%, 2013 de 15% y recaudación total esto es ISR, IVA y otros de 30% en 2015, 16% en 2014 y 13% en 2013, inclusive estos logros son superiores a lo programado en 2015. Todos sabemos que los ingresos petroleros cayeron y los nuevos ingresos brillan más que nunca, es un gran esfuerzo y disciplina fiscal que incomoda siempre, pero en el fondo sabemos que es justa y necesaria.
Aristóteles tiene una coraza dura, pero no le huye a ninguna invitación y contesta de frente a las preguntas de los foros a que es invitado, es la eficiencia correcta, dice sí a los planteamientos razonables y lógicos y no también, escucha y responde, raro en la personalidad típica del funcionario público. Sin más palabras vamos bien, los números en este caso hablan. Hay pendientes, calidad del gasto, base efectivo para personas morales y otros, pero eso es tema de otro artículo.