La primera sorpresa que le llamará la atención en China es que de Mao sólo queda el recuerdo, su foto en billetes y un monumento en la plaza Tiananmen  en la capital Beijing. 

Sabemos  que el dinero es el símbolo capitalista por excelencia y representa la libertad del individuo. En las grandes capitales, como Shanghai  y Hong Kong, se ve que el  crecimiento es de dos dígitos  fácilmente.

Rascacielos y edificios que nada le piden a Nueva York, es más éstos le copian a China sus modificaciones y nuevos desarrollos. No se ve basura en las calles, ni grafitis en paredes, barcos y/o edificios. 

Los chinos son amables con los turistas, sus ciudades son seguras y  se puede transitar sin temor a asaltos por las calles hasta altas horas de la noche  y lo que se encuentra es diversión, teatros, bares y  restaurantes.

Es casi imposible ver a un policía imponiendo sanciones, porque son muy pocos los autos en las calles, aunque las marcas más famosas del mundo están rodando en China.

Que los chinos ganan poco. ¡Que tienen sueldos de miseria! Mentira, casi no hay chinos pobres, visten bastante bien y en algunos casos con elegancia, sobre todos los jóvenes. 

En 1949 llega al poder Mao Dze Dong, elimina a los capitalistas. Todo lo que se hiciera tenía que hacerlo el partido o el gobierno, todo mundo tenía comida (arroz) y todos tenían vestimenta (verde olivo o azul mezclilla), pero la gente se hartó de tanto manipuleo y mentiras. Mao lanza la Revolución Cultural  para erradicar las ideas burguesas  y los resultados fueron peores. Mao muere en 1976 y el pueblo le dedica una lagrimita  de tristeza  o de felicidad, nunca se supo. Ahora  “Mao es historia“.

Llega la época de oro a China con Deng Tsiao Ping, quien abrió  las puertas al mundo. Según los chinos, en el año 2030 que está casi a la vuelta -ni siquiera una generación,  ya que ésta dura  20 años-, en esa nación hablarán español  e inglés como idiomas  nativos.

Es más, ya hay escuelas, desde primaria hasta universidades, donde se imparten clases en español e inglés. Es  importante mencionar  que ya no hay “educación gratuita”  en las universidades públicas, donde el estudiante paga  la mitad  de lo que cobra una universidad privada.

A los estudiantes sin recursos, que son muy escasos, el gobierno les da un crédito, que tendrán que pagar cuando terminen sus estudios. Es el primer país  que entiende  lo aberrante  de la educación gratuita. 

A China le falta terminar de implementar la reducción de impuestos a las personas físicas, eliminar gravámenes  a las empresas  y reducir  el aparato del Estado.