Después de casi cuatro años se publicó, con el sello de la editorial Vaso Roto, Extranjeros del Alba, de Rubén Reyes Ramírez, “poemario escrito en braille e impreso en tinta”, como reza la invitación que los organizadores de la XXIV Feria Internacional del Libro de Monterrey hicieron con motivo de su presentación en esa ciudad en octubre de 2014. 

Le da título al libro el poema ganador del Tercer Certamen de Poesía en Braille, otorgado a Rubén en 2010. El certamen, iniciativa de la editorial Vaso Roto, llegó en 2014 a su cuarta edición con el patrocinio conjunto de la misma editorial, el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León (Conarte) y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey a través de la Feria Internacional del Libro Monterrey. 

Un reconocimiento especial merece esta exitosa editorial independiente creada en 2003 bajo la dirección de la poeta Jeannette Lozano Clariond, con una mirada centrada en la poesía. Tarea solitaria, como considera la poeta el acto de leer y escribir y también de editar: “Dar a ver algo que nos pareció bello, estético y que, de alguna manera, necesitaba ser leído por otros poetas. La poesía es un intento de recuperación del ser por medio del arte”. El selecto catálogo de Vaso Roto es alimentado por los hallazgos de esa mirada y la tarea, muchas veces heroica y siempre delicada, de traducir y trasvasar los elíxires sagrados de un cáliz a otro. Significativamente, las ediciones de Vaso Roto se pueden conseguir en Braille.

Hoy, Vaso Roto nos permite visualizar en tinta la obra de Rubén Reyes Ramírez, quien recientemente recibió el premio Antonio Médiz Bolio como reconocimiento a un largo y fructífero trayecto en el mundo de las letras y la cultura. No omitimos recordar que este reconocimiento le fue otorgado al autor, también, en1987, en los albores de su periplo literario, último eslabón de un ciclo revelador de la permanencia de su palabra.

El libro fue presentado en el Centro Cultural Olimpo de Mérida, ciudad natal del poeta, el 13 de enero pasado, por el poeta veracruzano José Luis Rivas, autor también del prólogo, en el que nos dice que «cuando se vuelve atrás, tan lejos como su esfuerzo de evocación se lo permite, Rubén Reyes Ramírez constata también, con Baudalaire, que quien escribe movido en todo momento por una necesidad insoslayable empieza por establecer un doloroso pacto consigo mismo experimentando, simultáneamente, el horror de la vida y el éxtasis de la vida”». 

José Luis Rivas comentó que la lectura de Extranjeros del Alba lo remitió reiteradamente a la situación de una persona que, como el poeta, “vive en una condición de exilio”, la rueda de la vida en la que dejamos continuamente de ser para reconstruirnos. Ya lo presagiaba Rubén hace años en Consagración del Fuego: “Todo en la tarde tiene magnitud de exilios; / pero el aire, sólo el aire vencido que construyó mi gesto / deposita en la ronda del espejo un verdor matutino del instinto / y organiza en medio de la sombra, / (como ritual secreto de la piel en el agua) / el naufragio por el fuego. / Resplandor en la arena”.