Feliz año político

Nos espera un año ajetreado en el asunto político, lleno de campañas, movimientos y decisiones que influenciarán el 2018.

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Feliz año mi querido lector. Nos espera un año ajetreado en el asunto político, lleno de campañas, movimientos y decisiones que influenciarán el 2018. Las precampañas empiezan en unos días y estaremos medio año inundados de propaganda, así que hay que ir preparándonos. 

¿Ya hizo sus propósitos de Año Nuevo? Yo más bien soy de ponerme un objetivo y no perderlo, pase lo que pase. Así, si su propósito es hacer ejercicio, mejor piense por qué quiere hacer ejercicio, quizá su objetivo sea ser más sano o bajar de peso. El hacer ejercicio es una herramienta para lograrlo. 

Saco esto a colación porque ya viene el tiempo de destapar las decisiones importantes, con respecto a las campañas políticas que se nos avecinan, y que serán fundamentales no sólo por ganar en junio próximo, sino porque serán precedente para la continuidad o el cambio en el 2018. 

Aunque el auge está en Mérida, la realidad es que la fuerza de la gubernatura está en el interior del Estado y aunque en el PRI ya decidieron quiénes los representarán en casi todos los municipios, los prioritarios y más grandes, así como las diputaciones, siguen siendo un misterio, hasta que las encuestas, estudios de opinión y las alianzas cuadren perfectamente.

Para este partido, Mérida es como el negrito en el arroz que lastima el ego, pero que no quita el sueño. Para el PAN en cambio es la gran joya que demuestra que todavía hay panistas duros en Yucatán. Para los primeros no es la gran tragedia perder la capital, por eso le invierten en el interior del Estado; para los segundos lo principal es ganar Mérida, por eso toda su inversión está ahí.

Son dos perspectivas: uno quiere mantener el control del Estado, el otro quiere mantener el control de la capital. Cada quien tiene su objetivo y actúa para conseguirlo. Si me pregunta, el PAN debería ser más ambicioso y no concentrarse sólo en la capital.

Debe empezar a ser una oposición real, con candidatos bien preparados, a los que le invierta y que puedan contender en el interior del Estado. Porque en municipios como Progreso ya ni existe nerviosismo o emoción. Pareciera que toda la campaña es mero trámite burocrático para que gane el PRI. 

Ojalá en este inicio de año tengamos bien claros nuestros objetivos, como candidatos, como partidos y como ciudadanía, y no los perdamos de vista al momento de tomar decisiones. 

Chisme de elección: Cada vez está más fuerte el rumor de que ya está etiquetado el elegido para contender por el PRI en Mérida. Y cada vez está más fuerte la confusión de qué va a pasar con los otros aspirantes.

De cualquier manera, estamos a unos días de saber. Quizá en este mismo instante en el que usted lee esta columna, alguien le está avisando al elegido que él estará haciendo campaña. Ya platicaremos de esto la próxima semana.

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