Fieras y rugen

Por el momento, las fieras están en los primeros sitios de la Zona Sur de esta Liga Mexicana, obtuvieron la serie.

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Hoy, de política, no. Hay flojera mental y los dedos se resisten a reflejar algo relacionado con la “grilla” estatal o nacional. Mejor a otra cosa.

Lo relevante desde hace casi dos semanas es el paso triunfador que pretenden retomar los Leones de Yucatán, el tradicional equipo de béisbol de la Liga Mexicana de Verano que, se quiera o no en el mundo de los deportes estatal, es el más representativo. Cierto, hay futbol y otras disciplinas, pero el llamado “rey de los deportes” es algo que llegó a la entidad para no acabar jamás. Bueno, ojalá así sea.

Por el momento, las fieras están en los primeros sitios de la Zona Sur de esta Liga Mexicana, obtuvieron la serie en casa contra los Diablos Rojos del México, el equipo más popular, temido, odiado y respetado en la pelota nacional, y también le dieron su zarandeada a los Pericos del Puebla. En sí, ganaron sus dos series en casita, el parque Kukulcán.

Ahora andan de gira por tierras norteñas. Se ven ya las caras contra los Rieleros de Aguascalientes y se les verán contra los Saraperos de Saltillo. La mejor de las suertes, pero eso no es todo.

Lo mejor del asunto de los Leones es que, al menos en este inicio de campaña, las huestes comandadas por el “domador” Daniel Fernández, legendario jugador de los Diablos Rojos del México, y en el aspecto deportivo por el yuca Juan José Pacho, otro de los ídolos de la pelota local y nacional, miembro del Salón de la Fama, tienen otro rostro: el de la victoria.

Ya hacía falta la motivación y una especie de sacudida en el interior del equipo. De entrada, después de dos temporadas seguidas para olvidar, de espanto, los mandamases Gustavo Ricalde hijo y Mario Ceballos optaron por una reestructuración y movieron sus fichas. Para comenzar, dejaron ir a Oswaldo Morejón, el gran segunda base yucateco, al equipo de los Vaqueros de la Laguna, al norte del país. Esta pieza, fundamental, fue la sacrificada para obtener a otros jugadores importantes y cotizados.

Por allá se dijo -vaya usted a saber, amable lector(a)- que Morejón fue el principal causante de que Pacho haya sido botado como manejador, apenas la temporada anterior. Serán peras o manzanas, pero el asunto es que el equipo marcha, hasta el momento, muy bien, con bates encendidos y pitcheo casi impecable. La defensiva anda fallona, pero hay calidad para remontar ese bache.

PRIMERA CAÍDA.- Buena onda que el propietario del equipo, Gustavo Ricalde Puerto, haya decidido apostarle más a la escuadra. Hizo buen esfuerzo, hay publicidad en cada rincón del uniforme. Al menos, ya hay entrada de billetes para sufragar gastos inmediatos.

SEGUNDA CAÍDA.- Por el momento, el rumor de que el equipo melenudo sería vendido a foráneos del norte del país empieza a disiparse. No sabemos más adelante, pero lo importante es que los Leones permanezcan en la madriguera maya.

TERCERA CAÍDA.- Nada más queda desearle a la directiva y a los jugadores muchos éxitos; la campaña todavía está en pañales, pero los rugidos son alentadores.

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