Los finados: de la tradición a la folclorización

La apropiación de las tradiciones culturales, como el Hanal Pixan, por parte del Estado, las recrea y devuelve al pueblo reelaboradas como mero espectáculo...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Hasta hace tres décadas las familias yucatecas conmemoraban a sus difuntos estrictamente en el ámbito familiar. Esta celebración tenía, y aún posee, un significado solemne en parte de la población y no se limita sólo a colocar un altar con comida para las ánimas. Los preparativos implican varios días para el “encuentro entre vivos y muertos” e incluyen visitas al cementerio.

Es a mediados de los ochenta, e imitando a otros estados como Michoacán, Ciudad de México y Oaxaca, que el Gobierno del Estado de Yucatán, a través de su Instituto de Cultura, realiza la primera edición de la muestra de altares en las dependencias de gobierno con el fin de preservar y promover las tradiciones y revalorar nuestra cultura mestiza, plural. A partir de 1995 se empieza a realizar en la Plaza Grande pero ya como Hanal Pixán (comida para las ánimas) y paulatinamente lo harán también escuelas, universidades, restaurantes, hoteles, de Mérida y del interior del Estado.

Paralelamente a estas muestras y concursos de altares, se llevan al cabo otras representaciones públicas: “La muerte en escena”, “Delirio teatral”, “Paseo de las ánimas”, que organizan las direcciones y secretarías de cultura oficiales y que protagonizan conocidos actores. Son espectáculos folclóricos reelaborados, supuestamente basados en información recogida en los pueblos y de investigaciones, aunque incluyen elementos que tienen poco o nada que ver con el mantenimiento de las costumbres y los estilos habituales de la región.

La apropiación de las tradiciones culturales, como el Hanal Pixan, por parte del Estado, las recrea y devuelve al pueblo reelaboradas como mero espectáculo o diversión con el pretexto de contrarrestar la posibilidad de introducción de otras influencias ajenas o de procedencia extranjera como el Halloween. 

En este contexto, tenemos dos formas de celebrar a los difuntos que no se contraponen, ni mucho menos se excluyen: una que conmemora solemnemente a los parientes muertos en el espacio privado, doméstico, y otra que festeja en el ámbito público (escuela, parque o calle), espacios donde el sentido verdadero de la celebración pasa a un segundo plano o se pierde.

Y es así, mediante muestras, concursos y representaciones teatrales folclorizadas, como visitantes y turistas “conocen” las tradiciones culturales de los días de los finados del pueblo maya y yucateco.

Lo más leído

skeleton





skeleton