Fotografía

Cuando uno conceptualiza, prepara y realiza una fotografía, está ya comunicándose con el futuro espectador.

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La fotografía es, en última instancia, un poderoso medio de expresión y comunicación. Lewis Hine (1874–1940) solía decir: “Si yo fuera capaz de contar una historia con palabras, no tendría la necesidad de estar cargando una cámara”. ¡Y vaya que en su tiempo era complicado cargar una! Hay que considerar que en ese entonces no existían las modernas y pequeñas cámaras de hoy, ni tampoco se había soñado aún que podrías tomar una fotografía con un teléfono portátil.

Cuando uno conceptualiza, prepara y realiza una fotografía, está ya comunicándose con el futuro espectador por medio de una imagen y de su contenido. Pareciera que las imágenes fotográficas son una expresión del arte demasiado explícita y que el mensaje es claro y único, sin embargo he experimentado que los admiradores de un buen trabajo fotográfico en realidad desarrollan sentimientos y expresiones muy variados al estar frente a una obra. Por eso, el gran maestro Ansel Adams (1902–1984) atinadamente señalaba: “Siempre hay dos personas en una imagen, el fotógrafo y el espectador”.

Las luces y las sombras, las expresiones, los objetos, colores y texturas, contribuyen a desarrollar un lenguaje y fomentan una poderosa comunicación entre el artista y el espectador, que puede derivar en un mensaje y generar sentimientos diferentes para cada uno.

Por eso me encanta la fotografía, me gusta hacerla, pero me gusta también admirar el trabajo de un colega, me agrada ese diálogo y ese flujo de sensaciones, es una poderosa forma de relacionarse entre los seres humanos y proyectarse hacia el mundo. Conforme una foto nos va revelando sus secretos, nos brinda la oportunidad de entablar ese profundo intercambio de expresiones y sentimientos, haciendo posible que exista una conexión especial y contundente con el público. Diane Arbus (1923–1971), fotógrafa estadounidense, resumía estos conceptos con la frase: “Una fotografía es un secreto sobre un secreto, cuanto más te cuenta, menos sabes”.

Adicionalmente, como fotógrafo siempre colocas tus sueños, tus valores y tus ideales en las imágenes que haces, traes desde el pasado y desde lo más profundo de tus vivencias todas esas sucesivas colecciones de imágenes que se han acumulado en tu memoria con el paso del tiempo. Esto el mismo Ansel lo sentenció magistralmente así: “No haces fotografía solamente con la cámara, la haces con todas las imágenes que has visto, con todos los libros que has leído, con toda la música que has escuchado y con toda la gente que has amado”.

Hoy, quizá la facilidad y rapidez con que puede grabarse y compartirse una imagen ha transportado a niveles insospechados esta capacidad de comunicación y diálogo entre las personas, pero a la vez es posible que coloque en situación de riesgo su calidad técnica, expresiva y artística. Yo conservo la esperanza de que los avances tecnológicos de los que hoy disponemos signifiquen nuevas oportunidades de generar un profundo, generoso y bello lenguaje entre los seres humanos a través de las imágenes.

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