La humanidad está contemplando horrorizada la violencia en la Franja de Gaza, el único territorio autónomo palestino desde que, por un decreto de las Naciones Unidas,  se dividió la antigua colonia de Palestina en mitades para relocalizar a los millones de desplazados judíos víctimas del nazismo y otros millones regados por el mundo en la ancestral diáspora. 

Desde su creación, el Estado de Israel ha sido una pieza de ajedrez de las potencias hasta que ha llegado el punto en que el talento y el trabajo incansable de los israelíes han logrado establecer una potencia completamente soberana en medio del desierto y contar con el ejército más poderoso del Medio Oriente. Hoy en día y desde siempre se ha hablado de la influencia de Occidente en favor del Israel, pero la expulsión y la confinación inicial de los árabes fue gracias a la influencia de la Unión Soviética que veía con buenos ojos la visión comunal de la sociedad del Ben Gurión, el fundador del Estado Hebreo.

Actualmente la franja de Gaza está sitiada por el gobierno israelí y por el egipcio, sufre perennemente el asedio de fuerzas de ambos lados que impiden el suministro adecuado de insumos y tiene reprimida la economía de una zona de por sí sumida en la pobreza. 

En Gaza se debaten fuerzas antagónicas como Hamas, el movimiento más reaccionario, que es el responsable del disparo incesante de proyectiles hacia Israel y de Al Fatah, el movimiento conciliador de Mahmud Abás, el Presidente de la Autoridad Palestina. Es un conflicto donde los poderes que intentan desestabilizar la región y crear nuevos cotos de influencia, usan al pueblo palestino como una carta de juego. 

Los egipcios no cooperan tampoco con los palestinos, pues no se trata de una nación controlada y no quieren correr el riesgo de padecer lo mismo que sufrió el Líbano que cuando se vio invadido por miles de refugiados palestinos en los sesenta, pasó de ser la “Suiza del Medio Oriente” a sinónimo de destrucción e incluso, la organización terrorista fundada por los palestinos en Líbano, Hezbollah, ya es una fuerza política en aquel país. En fin, los palestinos no son queridos por nadie, ni siquiera por los mismos árabes que les bloquean el acceso por todas partes para no infectarse de sus problemas. Están envueltos en luchas internas que no cesan, no se quieren sentar a la mesa de negociaciones con Israel que ahora hace un uso excesivo de la fuerza para controlar los ataques a su territorio. Muchos interesados, muchos disparos y los jóvenes y niños palestinos son las mayores víctimas. 

PS: Se sigue escalando la tensión en Ucrania, los rusos disparan proyectiles hacia territorio ucraniano y se siguen derribando aviones. La escalada de este conflicto puede tener consecuencias inimaginables para todo el mundo. Es lamentable que las ambiciones de un hombre traigan tanto dolor…

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