El frijol en el arroz

El problema está en la tierra de nadie, en mercados, donde silenciosamente todo lo que se había alcanzado en el gobierno de Renán Barrera se está descomponiendo.

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Al cumplirse los 100 días del alcalde Mauricio Vila Dosal, es pertinente destacar  que una de sus grandes fortalezas es que ha mantenido una relación cordial con el gobernador Rolando Zapata Bello y su equipo, con todo y los riesgos políticos que eso implica.  Lo vimos en primera fila en la presentación del Palacio de la Música y en su viaje con el mandatario a Canadá para la inauguración del vuelo Mérida-Toronto.

En general, ha dado muestras de querer enderezar el rumbo y romper con inercias de las pasadas administraciones panistas con todo y lo que representa operar sin muchos recursos monetarios y ante escenarios económicos nacionales adversos.

Pero no sólo ha tenido que lidiar contra las corrientes panistas que no le son del todo afines en el Cabildo, como los renancistas incrustados en la nómina y que no quieren trabajar con él y hacer equipo, sino que también ha tenido que poner en orden muchas cosas que ya venían descompuestas desde la pasada  administración municipal, como los altos sueldos a funcionarios de primer nivel y otras prebendas que sangraban el gasto corriente.

El aumento del ISAI que tanto molestó a la clase empresarial parece ser cosa superada y la falta de cabildeo en el tema que propició las críticas de la Coparmex ha sido superada, debido a que Vila ya les dio jugada haciéndolos partícipes de la reorientación del gasto público en obras y servicios que tanta falta le hacen a la capital.

El único frijol en el arroz está en la tierra de nadie, en mercados, donde silenciosamente todo lo que se había alcanzado en el gobierno de Renán Barrera se está descomponiendo. El ex alcalde había logrado reducir a 230 vendedores ambulantes en el primer cuadro y hoy en las inmediaciones del San Benito y el Lucas de Gálvez ya suman poco más de 700, según nos reportan algunos líderes que arroparon la campaña de Vila en el emblemático mercado central.

Todo parece indicar que la cuota política que la Cámara de Comercio impulsó para poner orden en los tianguis, el comercio informal y controlar las mafias no ha dado los resultados esperados y posiblemente la calma que se vive en estos círculos se rompa en vista de las preferencias que el subdirector Jorge Antonio Jorge  ha mostrado por los líderes que arroparon la campaña de Nerio Torres Arcila, como Jaime Manrique y su grupo de operadores del PRI.

Esta situación contrasta con uno de los grandes logros, como lo es el hecho de que al fin los trabajadores municipales contarán con derecho a un crédito del Infonavit, algo que fue muy bien tomado por la clase empresarial, pues promueve la generación de empleos y fortalece la industria de la construcción que encabezan Edgar Conde Valdez y Carlos Viñas Heredia.

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