La denuncia presentada por la Sociedad de Alumnos del Instituto Tecnológico de Chetumal (ITCH) en contra de la conocida política, Cecilia Loría Marín, por el presunto despojo de un terreno en Mahahual valuado en más de tres millones de pesos se puede calificar como un hecho histórico, ya que no existen precedentes en el estado de que alguna agrupación estudiantil se vaya a la yugular en contra de alguna figura pública.

Y es que aunque Cecilia Loría, que ocupa actualmente la delegación del Consejo Nacional  de Fomento a la Educación (Conafe) en el estado, ya no es la política todopoderosa que fue durante el sexenio de Joaquín Hendricks Díaz, aún cuenta con algo de poder ya que es una de las cabezas de la agrupación Fuerza Social por Quintana Roo, la cual ha logrado obtener varios puestos para el grupo político al cual pertenece.

Mujer de carácter fuerte y decidido, pero con poco carisma, escaló rápidamente en la política gracias al padrinazgo de Joaquín Hendricks, que la convirtió en Secretaria de Educación y le dio todo el poder durante su gobierno para que hiciera y deshiciera a la medida de su gusto.

Siempre controversial, Cecilia Loría fracasó en su único intento para obtener un puesto de elección popular en el 2002, cuando perdió estrepitosamente la diputación local siendo candidata del PRI. Ha sido directora general del Conalep y del Instituto Quintanarroense de la Mujer, entre otros cargos.

La denuncia por despojo, interpuesta ante la Procuraduría General de la República (PGR) por el presidente de la Sociedad de Alumnos del ITCH, Christian Cabrera Sánchez, coloca a la funcionaria en una posición muy delicada, sobre todo porque al parecer los alumnos del ITCH cuentan con todas las evidencias a su favor para demostrar que el terreno de una hectárea pertenece a la institución.

Por supuesto que si la denuncia penal procede, las consecuencias pueden ser demoledoras para Cecilia Loría, que podría perder desde el puesto que goza actualmente, hasta  la libertad.

Sin embargo el caso también puede tener aristas políticas, ya que es conocido que el joven presidente de los alumnos del ITCH, Christian Cabrera, a pesar de su corta edad juega muy bien en el terreno de la grilla y goza de contactos dentro de la estructura priista, por lo que no se puede descartar un ataque teledirigido a la funcionaria utilizando como avanzada a la Sociedad de Alumnos del ITCH.

El hecho es que las evidencias del despojo que presenta la Sociedad de Alumnos del ITCH dan solidez al caso, y ellos argumentan que están actuando exclusivamente en defensa del patrimonio de los estudiantes, caiga quien caiga. Si existe algún interés político detrás, pronto se sabrá.