'Ganó la patria sin vencer a nadie'
Una frase poética y prodigiosa que se le podría atribuir a Arjona en uno de sus arrebatos más inspirados...
Una frase poética y prodigiosa que se le podría atribuir a Arjona en uno de sus arrebatos más inspirados, o del quehacer filosófico novelístico de Carlos Cuauhtémoc Sánchez, o de los delirios prosopopéyicos de Juanga en su más reciente video donde lo único que le falta es decir que no tiene dinero ni nada que dar. Pero no.
Ese portentoso epíteto que debería recibir a los turistas en Xochimilco, es de la autoría del presidente indiscutible del PRI, doctor en derecho César Camacho Quiroz, quien al momento de elogiar la promulgación de la reforma energética recuperó toda la grandilocuente discursiva tricolor y nos regaló esta hermosa frase a los mexicanos. Nomás le faltó cerrar con un “No somos ni de izquierda ni de derecha, sino todo lo contrario”.
Desde los tiempos de López Portillo y la jauja petrolera no había visto reunidos en un mismo recinto a tal cantidad de funcionarios, políticos, gobernadores y achichincles tan unidos en un solo sentimiento: el optimismo.
El único que se veía un poco desencajado era el Nini Verde, que traía una infección en el ojo que, los clásicos sospechosistas, quisieron explicar como una infección con perrillas cuatas luego de ver las letras chiquitas de la reforma energética que, al parecer, ya cuando sea puesta en cabal práctica la van a transmitir en vivo y a todo color, debido a su naturaleza probablemente bukake, por YouPorn.
Digo, con tantas maravillas presupuestadas cómo no iban a celebrar los panistas con un reventón en Puerto Vallarta. Sobre todo para que quienes los han tachado de mojigatos, doblemoralinos, vean que son capaces de armar mejores orgifiestas que los del Partido Verde y los experimentados viejos lobos de bar de la CTM y el sindicato petrolero.
Ya nunca más les dirán a los blanquiazules que son mochos y de golpe de pecho pues, sin duda, y al grito pelado de “¡Ánimo Montana!” y “¡Lo que dura dura!” han demostrado que están capacitados para legislar del lado peñista y al mismo tiempo transformarse en party animals de película de Alfonso Zayas, Lalo El Mimo y Lyn May. Eso me da tanto gusto porque encabezados por el diputado Luis Alberto Villarreal y don José Luis Preciado, pueden dedicarse con el bono que se les dará al final de su ciclo legislativo, a ser cadeneros de antros y a organizar despedidas de solteros y pachangas con final feliz.
De que ganó la patria sin vencer a nadie, no hay duda.
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