CK. Prahalad enseñó a “buscar fortuna en la base de la pirámide” y los bangladesíes lo pusieron en la práctica con los microcréditos. Ahora, los creadores de Compartamos, que han reencarnado en Gentera, se preparan para hacer más negocios en los sectores más marginados de la sociedad. Esto se desprende de mi plática con Carlos Labarthe, el CEO de Gentera, el grupo financiero especializado en atender a clientes en los niveles más bajos.

Niveles bajos, pero no desprotegidos… así los ve Labarthe, quien menciona los créditos de emergencia para clientes afectados por los huracanes, principalmente en Acapulco. Solo en la semana siguiente al desastre, se contabilizó un monto de 1.2 millones, con saldos promedio de 6 mil 700 pesos. Según Labarthe, esos créditos los otorga la firma al costo. Así, Gentera se diferencia de los bancos normales, los que, dice Labarthe, “detienen los recursos por miedo a qué va a pasar con sus carteras. Esa gente necesita liquidez; si se la das cuando más la necesitan, generas unos grados de lealtad brutales”.

Gentera recién anunció que consolidó las operaciones de crédito de Compartamos con seguros (Aterna), pagos (Yastás), y microcréditos en Guatemala y Perú. Con ello, Labarthe dice que están listos para un segundo paso: utilizar los datos de sus clientes para confeccionar productos a la medida. Así cumple otra premisa de atender la pirámide: con tecnología prestas poco dinero a mucha gente y utilizas sus datos para atenderlos mejor. Esto es muestra de que la tendencia de negocios del Big Data, se democratiza y firmas como Gentera buscan capitalizarlo. Un ejemplo del uso de estos datos es, dice Labarthe, que cuando pides un crédito se manda a un visor para comprobar la capacidad de crédito. “Podía equivocarse en sus apreciaciones o mentir y no ir”, dejando el crédito a expensas de un factor humano.

Pero con tantos datos disponibles en la nube, más un algoritmo propio se puede saber si lo que dice el solicitante es cierto. “Vas a Google Maps y lo cruzas con las bases de datos del INEGI para ver si el solicitante vive en tal o cual parte y con ello empezar a delinear su capacidad de pago”, dice Labarthe.

Con estas herramientas, inspiradas en el Nobel de Economía Daniel Kahneman (autor de Pensar rápido, pensar despacio), quien propone utilizar los datos en lugar de la experimentación, Gentera quiere crecer sin sangrar a sus clientes. ¿Pasarán también de sacrificar ganancias a fin de evitar el riesgo? Labarthe cree que sí.

Twitter: @ba_anderson