Glorietas, su función y conocimiento

Una regla funcional señala que a mayor número de vías o mayor tamaño o separación de éstas, más grande deberá ser la glorieta.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

La utilización de las glorietas, odiadas por muchos meridanos, como solución a una intersección vial es siempre una consecuencia lógica de la búsqueda de los objetivos que operativamente proporcionan y que las definen como una opción ventajosa a las soluciones simples de las intersecciones habituales, semaforizadas o señalizadas. 

La principal misión de las glorietas es garantizar el buen funcionamiento de una intersección vial. Si bien la mayoría son circulares, su geometría debe adaptarse a las características de cada intersección, pudiendo adoptar formas elípticas y de otras características, dependiendo de los itinerarios prioritarios y la disposición de las calles que en ella convergen; una regla funcional señala que a mayor número de vías o mayor tamaño o separación de éstas, más grande deberá ser la glorieta.

Sin embargo, el aumento de la población y, en nuestro caso, el crecimiento de la mancha urbana, junto con la generalización del uso del número cada vez mayor de autos, han llevado a un conflicto urbano entre este medio de transporte personal y la ciudad.

Lo cierto es que en un cruce de avenidas las glorietas ocupan mucho menos espacio que un enlace vial libre y directo y son, además, más económicas y mucho más compatibles con el entorno urbano. Por otra parte, la pérdida de prevalecencia que introduce sirve para regular el modo de circulación entre los ramales de entrada y de salida (permite pasar de una circulación continua y agresiva, típica de las vías interurbanas, a una circulación “discontinua”, condición característica del contexto urbano) y posibilita su utilización a cualquier tipo de usuario.

Pero el problema es la falta de educación vial, el querer ser siempre los primeros, manejando a velocidades superiores a las permitidas por los reglamentos; entender y respetar las condiciones de operación de una glorieta debe ser un conocimiento indispensable para acceder a una licencia de conducir.

Y además de sus funciones viales, las glorietas son elementos paisajísticos que permiten embellecer el entorno urbano, con fuentes, monumentos, jardines e, inclusive, espacios arbolados. Respetemos las glorietas y utilicémoslas racional y equitativamente en beneficio de la ciudad.

Lo más leído

skeleton





skeleton