Golpe de timón

El alumbrado público le está haciendo sombra al alcade Renán Barrera y la imagen de Rolando Zapata le va ganando la luz tanto que hasta Angélica Araujo podría salir de la oscuridad en que está metida tras su mala administración.

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Uno de los grandes aciertos de las administraciones panistas en Mérida es hacer de los espacios públicos lugares donde la familia pueda convivir en un entorno compatible con una mejor calidad de vida.

Aquí se empezaron a instalar los servicios de red gratuita y siguen, a pesar de las intenciones de restringir ese acceso en la administración pasada para beneficiar a una sola empresa.

En el caso de las luminarias, ni el PAN está totalmente de acuerdo con apoyar al alcalde Renán Barrera, ni todo el PRI respalda a la exalcaldesa Angélica Araujo Lara.

No en balde las encuestas de Ayuntamiento, PAN y PRI ponen ante la opinión pública primero al gobernador Rolando Zapata Bello y luego a Renán Barrera. Al Gobernador se le reconoce porque corre, por la seguridad y las computadoras y al alcalde por los pleitos de las luminarias, no porque busque justicia en este tema.

Para empezar, se demuestra que sin el derroche de recursos para cultivar una imagen, sin gente de la farándula, sin pagos a los grandes medios nacionales, sin inventar espectáculos, concursos o grandes conciertos en donde se gasta más en la contratación de artistas de talla internacional que lo que se recupera, no redunda en simpatía.

El Alcalde de Mérida está defendiendo uno de los grandes aciertos que distinguía a la ciudad: su iluminación.

En el contrato de arrendamiento que firmó su antecesora Angélica Araujo se incluía que el Ayuntamiento puede dar por terminado el trato cuando concurran razones de interés general, o bien cuando por causas justificadas se extinga la necesidad de requerir el arrendamiento originalmente contratado y se demuestre que de continuar con el cumplimiento de las obligaciones pactadas se ocasione algún daño o perjuicio al Ayuntamiento. 

Hasta aquí lo que hace el alcalde Barrera Concha es de reconocimiento, pero lo que puede ser un triunfo puede también convertirse en una derrota mayúscula o en su talón de Aquiles al seguir con el proceso de adjudicación directa de las lámparas públicas si no hay claridad, ya que hasta dentro de su propio partido existe gente que quiere la licitación, como es el caso del exoficial mayor Raúl Arceo, Pedro Cohuó, Benito Rosel y Huacho Díaz.

No se le debe olvidar al Alcalde que no con él y su hermano Jorge empieza la historia en el PAN. Esta idea de la adjudicación no la ha consensuado ni con los líderes históricos. El asunto puede revertirse si no demanda ante los tribunales a los verdaderos culpables de la mala iluminación. La impericia política con la que se maneja el Alcalde es grande, un general sin tropa no es general.

En la acera de enfrente y con más experiencia política se sabe que los errores y horrores en política se pagan y todo indica que habrá un gran golpe de timón por parte del equipo del gobernador.

Llama la atención que desde el Congreso del Estado empieza una guerra santa contra el Alcalde de Mérida por el caso de las lámparas chinas y una defensa de Angélica Araujo, pues  la mayoría de los diputados tricolores son afines a Ortega Pacheco.

Y decimos la mayoría ya que en días pasados no todos los legisladores del PRI repartieron los volantes que les dieron y en donde se critica al Alcalde.

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