Golpe de timón en el SUCHAA
Tras la caída del líder del Sindicato de Taxistas de Chetumal, Eliezer Argüelles Borges, el nuevo dirigente, Rafael Zetina Galván...
Tras la caída del líder del Sindicato de Taxistas de Chetumal, Eliezer Argüelles Borges, el nuevo dirigente, Rafael Zetina Galván, parece haber tomado nota de los principales yerros de su antecesor y está intentando ordenar la organización con miras a fortalecerse para una posible reelección en diciembre.
Bajo el “liderazgo” de Argüelles Borges el SUCHAA se sumió en una espiral de corrupción que lo mismo permitía el acoso sindical contra los choferes con cuotas no pagadas, que la presencia de conductores “piratas”, es decir, que no estaban afiliados al sindicato pero que eran tolerados por los patrulleros siempre y cuando dieran una cantidad por debajo de la mesa.
Y eso sin contar los constantes delitos en los que se ven involucrados taxistas, grave fenómeno que se ha visto acrecentado en la capital en los últimos meses, sin que desde el SUCHAA se defina una estrategia para atajar a los chafiretes cómplices o delincuentes.
Pues bien, Rafael Zetina Galvan, quien asumió la dirigencia de manera interina pero que sin duda está pensando en una posible reelección en el mes de diciembre, pretende fortalecer su imagen con acciones que se habían quedado en promesas de las administraciones anteriores.
De entrada, anunció que cesará la persecución en contra de los martillos morosos para obligarlos a pagar, que fue el modo en que su antecesor utilizaba para mantener el flujo de efectivo a la organización. Zetina Galván consideró que las patrullas sindicales no son para hacerle la vida imposible a los socios ayudantes, sino para brindarles apoyo en caso de emergencias.
Por otro lado, también dijo que el sindicato exigirá a los taxistas uniformarse, en primer lugar como identificación, y en segundo lugar para mejorar la imagen de los trabajadores del volante y de la misma organización, cosa que era urgente porque la capital era la única ciudad donde los taxistas se mantenían sin uniforme, a diferencia de Cancún y Playa del Carmen donde su portación es obligatoria desde hace varios años.
También pactó con los miembros de la coalición quienes abandonaron el sindicato por serios desacuerdos con Eliezer Argüelles, y que inicialmente impugnaron el nombramiento de Zetina Galván, pero inteligentemente negoció posiciones para lograr que los disidentes se reincorporen a la organización.
No es un secreto que Rafael Zetina llegó a la secretaría general del SUCHAA por producto de la casualidad, y aunque tiene el respaldo de una parte de los socios, no goza de la aprobación de los altos mandos de la Secretaría de Gobierno; conocedor de esto, el líder sindical espera que los siete meses que le quedan sean suficientes para consolidar un proyecto a largo plazo, aunque se ve difícil.