¿Google podría comprar lo que Slim quiere vender?
El grupo de Carlos Slim dice que quiere vender infraestructura y una cartera de hasta 21 millones de usuarios a un operador “independiente”, con disposición y liquidez para invertir a largo plazo.
Con el anuncio de que América Móvil quiere vender parte de su negocio para poder competir en nuevas aventuras, se abrió el debate sobre el tipo de jugador dispuesto a invertir mdd para esas adquisiciones.
El grupo de Carlos Slim dice que quiere vender infraestructura y una cartera de hasta 21 millones de usuarios a un operador “independiente”, con disposición y liquidez para invertir a largo plazo. Los candidatos son muy pocos. Fuera de AT&T, China Telecom, Vodafone, Verizon o Sprint, hay pocos valientes del tamaño que Slim quiere para vender lo que cosechó en casi un cuarto de siglo. Sin embargo, hay un jugador que nadie ha considerado: Google.
La firma de Silicon Valley hace años que dejó de ser un motor de búsquedas o un negocio de venta de publicidad en línea. Gracias a su enorme flujo de caja, la empresa ha invertido en negocios que van más allá de internet. Y si Facebook pagó 19 mil mdd por WhatsApp, Google, con 58 mil mdd en caja, podría comprar algo más promisorio.
Su interés en telecom está presente. En la India se asoció con el operador inalámbrico Bharti Airtel para regalar datos a los usuarios. El servicio va dirigido a clientes que apenas adquirieron un smartphone, un segmento parecido a los millones de usuarios de los que Slim quiere desprenderse. Y Google no es ajena a operar redes inalámbricas, pues tiene concesiones de espectro y ha sostenido negociaciones con Verizon y Sprint para rentar espectro y lanzar servicios inalámbricos en EU.
Además, tiene Fiber, uno de sus más grandes proyectos ya activo en varias ciudades de EU. Ahí, miles de usuarios disfrutan internet y tv por banda ancha 200 veces más rápido que lo que vemos acá. En EU, analistas dicen que la irrupción de Google en las telecomunicaciones es un movimiento perfecto. Quien lo dude, puede ver que hace cinco años nadie esperaba la irrupción de Android. “Si Google pudo ir de una presencia nula al dominio que ahora tiene con Android en cinco años, sería un error subestimar la oportunidad de la empresa en nuevos mercados”, explica Nathan Newman.
Así que, con tantas ganas de comerse el mundo como las de Google, se antoja un matrimonio con buenos augurios. Una nueva era en las telecomunicaciones podría surgir, y claro, un gran negocio.