Gratas sorpresas
Haremos por nuestra parte una breve semblanza de cada uno de los cuentos, sumando igualmente algunos comentarios sobre el creador.
La Editorial Progreso, de Moscú, publicó en el año de 1980 una obra titulada Cuentos del Cáucaso; en ella reúne un total de seis cuentos, traducidos al idioma español.
El libro, encuadernado en pasta dura y acompañado de bellas figuras geométricas, nos presenta antes de cada relato una biografía de su autor.
Haremos por nuestra parte una breve semblanza de cada uno de los cuentos, sumando igualmente algunos comentarios sobre el creador de sus páginas.
Konstantin Lordkipanidze, georgiano, poeta y novelista, escribe el relato Mi primer Komsomol, obra premiada por la Revista Amistad de los Pueblos.
Archil Sulakaúri, filólogo de profesión, prosista y poeta, aborda en el cuento Las palomas la lucha del humanismo y el egoísmo.
Grant Matevosián, armenio, escribe novela y cuento, como el titulado La búfala, en el que recrea el mundo rural y campesino de su región.
Maxud Ibraguimbékov abarca la prosa, el teatro, el guión, y en todos ellos se percibe su interés por el mundo espiritual del hombre, como en el relato titulado …Y no hubo un hermano mejor.
Musá Magomédov, autor de prosa infantil, da cuenta en su relato Mirza y Madina (una historia avara), de la vida y costumbres de los pueblos de las montañas del Daguestán.
Gazim-beg Bagándov escribe poesía y prosa, el título de su relato, el primero que escribió y publicó, es Duzabdiján, mi padre.
El libro, en su última página, a modo de Colofón, tiene la siguiente leyenda: “La Editorial le quedará muy reconocida si le comunica usted su opinión acerca del libro que le ofrecemos, así como de su traducción, presentación e impresión. Le agradeceremos también cualquier otra sugerencia”.
Es refrescante, a mis ojos, el leer páginas que nos relatan la vida rural de Rusia, nos describen su naturaleza y su cultura, nos cuentan sus tradiciones, nos narran su cotidianidad y afanes. Y más refrescante aún el toparnos con una invitación al diálogo en su página final. La literatura siempre nos sorprende.