Grietas en la Cojudeq

Al titular de la Comisión para la Juventud y el Deporte de Quintana Roo (Cojudeq), Antonio López Pinzón...

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Al titular de la Comisión para la Juventud y el Deporte de Quintana Roo (Cojudeq), Antonio López Pinzón, se le cae la casa en pedazos sin que mueva un dedo, pretextando el mal estado financiero de la dependencia. Por este irresponsable abandono, importantes obras de infraestructura deportiva de la capital están a punto de quedar inservibles y son un serio peligro para los jóvenes deportistas.

En ruinas están la única fosa de clavados con la que se cuenta en Chetumal y la piscina semiolímpica del gimnasio Nohoch Sukún, ambas con severas grietas en su estructura provocadas por la crónica falta de mantenimiento y el desinterés de las autoridades del deporte para mantener en óptimas condiciones estos espacios en los que se han formado cientos de atletas quintanarroenses.

El caso más grave es el de la fosa de clavados, clausurada en forma temporal por autoridades de Protección Civil después de que supervisores del Colegio de Ingenieros revelaron varias anomalías en la edificación de la obra que la tienen al borde del colapso.

Los baños de la fosa de clavados, que también funcionaban como vestidores, fueron cerrados por la advertencia de los ingenieros que recomendaron su demolición y reconstrucción, al percatarse del irreversible daño físico de las instalaciones; también urgieron a la Cojudeq a reforzar la estructura de toda la fosa con un muro de contención, pues la construcción se hizo en una zona baja proclive a la erosión por escurrimientos.

En las mismas condiciones está la alberca del Gimnasio Nohoch Sukún, que presenta profundas grietas en su base por las que se filtran grandes cantidades de agua cada día, debilitando la añeja estructura.

En ambos casos las autoridades de la Cojudeq se hicieron de la vista gorda hasta que padres de familia alzaron la voz, preocupados por la seguridad de sus hijos. Pero Antonio López Pinzón solo acusó de recibido sin tomar acción; por el contrario, se ha limitado a dar excusas vagas para evadir su responsabilidad.

De la fosa de clavados se desentendió casi de inmediato al responder que es bronca de la Universidad de Quintana Roo, ya que esta obra fue construida en sus terrenos, aunque la utiliza y administra la Cojudeq; y de la alberca y el mal estado general del gimnasio capitalino, se limitó a reconocer que existe un problema, aunque no ofreció ninguna solución.

Antonio López debe hacer a un lado los pretextos y comenzar a trabajar en el rescate de estos espacios deportivos de nuestra capital.

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