A las personas, por naturaleza, nos gusta formar grupos. Tenemos varios, dependiendo de la actividad y de la cercanía; y es probable que esos grupos interactúen en varias de nuestras tareas. Las personas tenemos lugares muy distintos en cada grupo. Por ejemplo: mi contacto para accidentes es mi hermano, pero si tengo algún problema en el trabajo acudo primero a algún amigo; y si necesito que alguna cosa se realice rápido y bien, acudo a la persona más capacitada que tengo a mi alrededor. 

Menciono esto porque tenemos que aprender a distinguir los diferentes círculos del gobernador: una cosa son sus hombres de confianza, otra son sus compromisos y otra son sus amigos. Y esto no quiere decir que no lleve una relación cordial con todo el mundo. Al contrario, si por algo se ha caracterizado este gobernador es por no adjudicarse pleitos de otros: él se lleva de maravilla con todos. 

Víctor Caballero y Sergio Vadillo son sus amigos, a los que quiere tener cerca porque, aunque la rieguen él o ellos, siguen estando ahí.

Mauricio Sahuí es su compromiso, el que se ha hecho acreedor a espacios de gobierno y de quien reconoce, a pesar de todo, que es capaz y le va a aportar mucho a su gobierno. Juan José Canul es uno de sus hombres de confianza, el que opera bajita la mano, sin farandulismo y sin reflectores, pero con eficiencia y conocimiento. A estos cuatro son a los que quiere mantener cerca, por amistad, por conveniencia o por estrategia.

Estos cuatro hombres hoy, oficialmente, ya tienen una posición de poder y van a ser piezas fundamentales en las elecciones del 2018. 

Sí, ya sé que me va a decir que dónde quedan los otros liderazgos. Bueno, una de las cartas fuertes de Jorge Carlos Ramírez Marín, Luis Borjas, ha sido relegado a Sejuve, “donde menos daño hace”, de acuerdo con la percepción del círculo rojo. Ivonne Ortega se mantiene en su curul. Nos quedaría quizá Emilio Gamboa, cuyo hijo Pablo hoy ya es un aspirante a la candidatura para Mérida. 

Pero nombres más, nombres menos, no debemos perder de vista a esos cuatro fantásticos que ya están en la carrera, otra vez. 

Finalmente, tomemos un tiempo para reflexionar seriamente: ¿Qué onda con las mujeres? ¡Es increíble que nuestra única guerrera sea Alaine López! Y no lo digo con connotación negativa, al contrario, a pesar de que desde muy joven tuvo una posición privilegiada, ha sabido mantenerse y crecer, profesionalmente nada más, porque físicamente ya está muy alta.  

Pero, ¿qué pasa con las demás? ¿De verdad no hay más mujeres capaces? ¿O es que de plano no hay disposición para trabajar con igualdad de géneros? Me parece increíble porque acabamos de tener una gobernadora. De cualquier manera, estoy segura de que hay muchas féminas inteligentes y profesionales que sólo necesitan una oportunidad.