Hablemos de futbol

Los candidatos y los partidos políticos no reconocerán sus derrotas hasta haber contado la totalidad de los votos, alrededor del miércoles por la noche.

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Me hubiera encantado contar a tiempo con los datos para hablar con sustento sobre  los resultados de las elecciones de ayer domingo y sus probables repercusiones  en la carrera presidencial para 2018. Pero quien diga que estas votaciones no fueron complicadas y espere que los resultados de los conteos rápidos, de los “exit pool”, o los resultados parciales de la jornada sean suficientes para sacar conclusiones se sitúa en un terreno muy cercano al mundo de la fantasía.

Porque, salvo excepciones, los candidatos y los partidos políticos no reconocerán sus derrotas hasta haber contado la totalidad de los votos, alrededor del miércoles por la noche, y no pocos procederán a  presentar sus demandas ante los tribunales electorales que a la postre pueden aceptar los resultados, modificarlos e incluso reponer las votaciones.

Así que, antes que  aventurar sobre las reñidísimas elecciones recientes, es preferible hablar del deporte más universal y popular de todos: el futbol, en el marco de la celebración de la Copa América Centenario que se lleva al cabo en Estados Unidos desde el pasado viernes 3 de junio.

Y es  que es el deporte que, a mi juicio, despierta más pasiones en todos los confines del orbe, pues con su magia hace que todos, o casi todos, en cada uno de los países nos podamos sentir verdaderamente representados por el seleccionado nacional, cuya primera obligación es justamente clasificar para las competencia mundiales y regionales, como es el caso de la Copa América.

Aunque italianos e ingleses disputen la paternidad de la disciplina,  lo cierto es que en todas las culturas, de China a Mesoamerica  y de Egipto a los incas, utilizaron elementos que pueden asimilarse al juego del futbol.

Y en cada lado le pusieron a la práctica deportiva las características de su cultura: rapidez, precisión, técnica y condición física del europeo;  ritmo, cadencia y astucia del  latinoamericano. 
Porque si bien ese deporte se extendió  gracias a la aportación de los migrantes europeos, en su desarrollo y adaptación se combinaron los elementos de los deportes que practicaban, como el “Juego de Pelota”, con fines rituales,  donde resultaban fundamentales el uso de las caderas, la cabeza y las piernas.

Así que veremos, al cumplir 100 años el torneo continental, enfrentarse a sus mejores exponentes; el desarrollo, estancamiento y retroceso de cada país. En la inauguración quedé un tanto decepcionado del balompié norteamericano, pues a pesar de su reputado entrenador, Jürgen Klinsmann, he visto en el pasado equipos con mejor desempeño. Por otra parte, México no la tiene fácil al enfrentarse en su primer partido a Uruguay, tan competitivo como Argentina y Brasil.

Mohammad Alí.- “El más grande”. El que desafió a su gobierno porque no quiso ir a la guerra forma parte ya de los inmortales. Integridad, valentía y tenacidad  son su enseñanza.

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