Hadad, un “llanero solitario”

El panista chetumaleño José Francisco Hadad Estéfano está muy solo en el escenario político de la capital...

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El panista chetumaleño José Francisco Hadad Estéfano está muy solo en el escenario político de la capital del estado, lanzando críticas y señalamientos certeros, pero sin contar con el respaldo efectivo de su dirigente estatal, Eduardo Martínez Arcila, ahora disminuido a su mínima expresión y arrinconado en Cancún.

En tanto, el PRD es un fantasma en el sur. Porque mientras su presencia es nula en Bacalar, en el Ayuntamiento de Othón P. Blanco su solitario regidor Federico Hernández Amador no tiene el talento para desempeñar aceptablemente sus funciones, dejando la mesa puesta a Pepe Hadad, quien se ha abstenido críticar a su antecesor en la regiduría, Juan Carlos Pallares Bueno.

Como se sabe, Pallares asumió el papel de cómplice y operador estrella del ex alcalde Carlos Mario Villanueva Tenorio, quien correspondió espléndidamente a ese respaldo tan valioso, puesto de manifiesto cuando Pallares cabildeó en la bancada panista de la anterior Legislatura para que avalaran la petición del empréstito de 272 millones de pesos. Pallares fue ese regidor priista soñado por Carlos Mario Villanueva, cuyo sucesor Eduardo Espinosa Abuxapqui ha sido exigido al máximo en estos primeros meses, ya que por doquier brotan reclamos y expedientes nebulosos y nauseabundos.

Según algunos panistas, José Hadad puede ser la figura óptima para ese partido que no cuenta con elementos de peso en la capital del estado. Prueba de ello, el nivel de candidatos que lanzó ese partido en la pasada elección del siete de julio para disputar las diputaciones locales.

Pero el certero activismo de Pepe Hadad debe ser apuntalado por su dirigente estatal, aunque Eduardo Martínez Arcila está más preocupado por no irritar a los priistas que son capaces de revirarle al estilo Juan Gabriel: “qué me cuentas a mi que sé tu historia”.

Esto por el dinero que el ex alcalde perredista Julián Ricalde Magaña le entregó a manos llenas –versión de los propios panistas – para tenerlo como aliado, o más bien como subordinado.

Y hablando de regidores, Evert Palomo Canto (Nueva Alianza) confunde el papel de aliado con el de aviador, ya que se ha borrado del mapa y flota en Palacio Municipal. De hecho, la suya es una posición desperdiciada por un partido que no debe darse tales lujos.

Esto lo debe tener en cuenta un partido que cuenta con figuras muy destacadas, comenzando por el ex líder magisterial Florentino Balam Xiu. Pero las riendas de ese partido las lleva un esbirro de Elba Esther Gordillo: el ex diputado local bacalarense Alexander Zetina Aguiluz.

Esa tendencia es replicada por el regidor petista Marco Antonio May, quien desde el primer día se puso la casaca tricolor, exagerando su grado de subordinación.

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