Hay que guardar la distancia

Con la edad del conductor aumenta la distancia prudencial, ya que el tiempo de reacción aumenta; también se debe aumentar si el estado emocional del conductor está alterado, si hay lluvia, neblina o granizo.

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Según las compañías de seguros la mayoría de siniestros de vehículos asegurados ocurren por el llamado “choque por alcance”, evento que se produce cuando un vehículo que va detrás de otro no conserva una distancia adecuada y al ocurrir una disminución brusca de velocidad del que va delante, termina impactándolo; esto cuando son sólo dos, pero en nuestra ciudad las carambolas de varios vehículos por alcance son preocupantemente frecuentes; tan sólo las dos últimas semanas me ha tocado ver dos de más de cinco vehículos, en ambos casos estando el pavimento mojado.

Los manuales del conductor señalan que toda persona al volante debe mantener permanentemente una distancia de seguridad adecuada cuando circula detrás de otro vehículo para evitar accidentes de tránsito, distancia que depende de muchos factores.

Por ejemplo, se dice que la distancia que debe mantenerse estando el pavimento seco es de 1 metro por cada 10 km/h de velocidad, longitud que debe incrementarse en función del estado del pavimento, del tipo de vehículo que manejamos, del clima y de la capacidad de reacción que tenemos para frenar de manera intempestiva. Lo cierto es que cualquier conductor que choque contra un vehículo por alcance siempre será responsable debido a que no mantuvo una distancia segura para maniobrar.

Para manejar con seguridad hay que tener siempre presente que para frenar un vehículo desde que se advierte el peligro hasta que se pisa el pedal, el conductor tarda no menos de 1 segundo; a 60 k/h en un segundo el vehículo recorre 17 metros, a lo que se deben sumar 18 metros más que recorrerá el vehículo hasta detenerse, si pisamos el freno hasta el fondo; es decir, para evitar un accidente debemos tener en cuenta el tiempo que tardamos en reaccionar más el tiempo que demora el vehículo en detenerse.

Con la edad del conductor aumenta la distancia prudencial, ya que el tiempo de reacción aumenta; también se debe aumentar si el estado emocional del conductor está alterado, si hay lluvia, neblina o granizo. No ignoremos la importancia de mantener una distancia correcta detrás de otro vehículo, lo que mejora nuestro campo visual, permite una conducción más segura, un mejor uso de los frenos y disminuir el estrés.

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