El llamativo cumpleaños del ex gobernador priista Joaquín Hendricks Díaz estuvo repleto de política de altura y mensajes picantes, este sábado en Chetumal. La asistencia del gobernador Carlos Joaquín González aportó ese ingrediente que accionó la maquinaria de interpretaciones, por ese encuentro de hombres de poder con origen priista.

Para los agudos observadores, Carlos Joaquín ha oxigenado al priismo quintanarroense, al darle un respaldo que mucho necesita este partido habituado a la madriguera del poder y que hoy soporta su papel de oposición fuera de su elemento, sin una estrategia o plan de acción definido.

Ante Carlos Joaquín, su invitado de honor, Hendricks manifestó la disposición de los priistas que acudieron al festejo para trabajar por el bien de Quintana Roo, porque “ya lo pasado deberá quedar en él pasado y los colores aquí ya salen sobrando. Lo esencial es trabajar unidos para un estado que necesita la unión de todos y cada uno de los políticos”, dijo el sucesor de Mario Villanueva en la gubernatura. 

“Señor Gobernador, le aseguro que el PRI se sumará a usted y su plan de trabajo y que no tendrá un malestar y ni una piedrita en el camino. Le reitero mi compromiso para usted y su gobierno”, culminó Hendricks en el festejo de sus 65 otoños, acompañado por su hija Leslie Hendricks Rubio, diputada local del Tricolor y carta a considerar en cercanas batallas.

Joaquín Hendricks es el último gobernador de la capital del estado, clave en el triunfo contundente de Carlos Joaquín y Luis Torres Llanes como candidatos a la gubernatura y la alcaldía capitalina. Y a la vista el priismo ajeno al ex gobernador Roberto Borge está reaccionando para despertar como una fuerza política destinada a ser protagonista, en tableros de competencia más intensa y con sorpresas en cada esquina.

Carlos Joaquín con su presencia en el cumpleaños de Hendricks ha oxigenado a un priismo tan ajeno al ex gobernador Roberto Borge que los condujo al fracaso más doloroso de su historia en Quintana Roo, por rechazar visceralmente a un político que debió competir en un juego equitativo en el PRI para ser su candidato a la gubernatura, sin adversario amenazante en el cuadrilátero.

Y el gobernador desprendido del Tricolor aclaró que su asistencia al cumpleaños de Hendricks fue una cortesía que excluye tajantemente a ciertos priistas que tanto dañaron a Quintana Roo, comenzando por el ex gobernador Roberto Borge y cómplices, en la mira de la justicia.