Hilario que reparte monedas y los límites del INE
El día de su toma de posesión, Hilario Ramírez Villanueva sacó de bolsas blancas monedas hasta por unos 100 mil pesos y las aventó a la gente que abarrotaba el lugar y se lanzó a disputarlas.
En 2008, durante su campaña para ser presidente municipal de San Blas, Nayarit, Hilario Ramírez Villanueva acostumbraba, al final de cada acto, repartir en monedas unos “dos o tres mil pesos”, según declaró él mismo a la televisión.
No es de extrañar que en sus mítines siempre hubiera gente. El día de su toma de posesión, y como había prometido, terminado el acto en la plaza municipal sacó de bolsas blancas monedas hasta por unos 100 mil pesos y las aventó a la gente que abarrotaba el lugar y se lanzó a disputarlas.
Por cierto, el amigo Layín, como le llaman, llegó a su toma de posesión a caballo, sobre un pura sangre cuyo valor económico él estimó en 250 mil dólares.
El amigo Layín ha tenido varias acusaciones en su contra por enriquecimiento ilícito, fue acusado de algunas amenazas de muerte y se ha amparado varias veces contra posibles órdenes de aprehensión.
Puro folclor local.
El amigo Layín quiere volver a ser presidente municipal, por la vía independiente. Llevó hace unas semanas a una muchedumbre a su registro, cargado de muchas más firmas de las necesarias. Se ve que la técnica del bolo político funciona.
Leí ayer, en MILENIO Digital, la siguiente nota de nuestro corresponsal: “Han dicho que robé mucho dinero, sí robé pero poquito, porque no había dinero. Han dicho mis adversarios que me robé 120 o 150 millones de pesos; ustedes lo saben compañeros, las presidencias están bien pobres, no hay dinero, ojalá hubieran estado los 150 millones a ver si no me los llevo los cabrones, esos mismos los hubiera hecho de pura obra pública”, dijo Ramírez Villanueva durante un discurso ante un centenar de simpatizantes en el puerto de San Blas. “A quién no le gusta el dinero, a todo mundo, pero también me gusta mucho trabajar”.
Hilario será candidato.
Yo metería dinero a que va a ganar.
Escribo esto pensando en el Instituto Nacional Electoral, las legislaciones locales, los apuros del PAN y, sobre todo, los muchos Méxicos que queremos arreglar desde el Distrito Federal.