La lucha de clases puede ser una situación sumamente seria y fría, aunque en la ópera prima del regio Andrés Clariond, “Hilda”, la cinta pasa de la formalidad a la crítica con tientes de comedia negra, elemento que aporta la pimienta al sentido argumento. 

Precisamente el argumento está basado en una obra de teatro homónima francesa de Marie Diaye, que nos narra el momento en el que la nueva empleada doméstica llega a una casa rica y provoca un cambio sustancial en la pudiente señora Lemarchand, quien comienza por analizar el entorno clasista en el cual se encuentra inmersa y comienza a cuestionarse los acontecimientos que llenan su vida superficial.

En el proceso de autoanálisis, la acaudalada dama recuerda su pasado revolucionario y su pasado reciente, en el que destaca el abandono de su esposo. Acto seguido cae en una crisis de identidad, resultado de la enorme carga ideológica que su entorno comienza a recibir.

El trabajo histriónico de Verónica Langer, Adriana Paz y Fernando Becerril es destacado sobremanera, apegado a una de las tantas realidades que se viven en nuestro país.

El filme tuvo buena aceptación el año pasado en el Festival Internacional del Cine de Morelia y esta semana llega a las marquesinas mexicanas para beneplácito de los espectadores.

La cinta puede resultar entretenida y hasta ilustrativa, cuando se mira con ojos críticos; sin embargo, para algunos más se convertirá en un largometraje con muchos códigos, tanto visuales como argumentales, que le resultarán difíciles de digerir.

“Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando”

Otra cinta que ya tiene un rato en cartelera, pero que igual vale la pena es “Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando”, filme dirigido por el cineasta mexicano Manolo Caro.

Se trata de una historia protagonizada por Cecilia Suárez (Elvira), cuyo argumento contempla diversas situaciones que se salen de control de manera desmedida, cuando la protagonista sufre el abandono de su marido.

Otro filme mexicano que no había tenido la posibilidad de comentar y que por cierto es digno de recomendación.

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Solo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. 

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