Histórico: déficit en balanza petrolera
México registró el año anterior un déficit por 9 mil 855 millones de dólares en la balanza petrolera, el primero desde que hay datos disponibles, a partir de 1993.
Esto se derivó de exportaciones por 23 mil 432.5 millones de dólares, con un desplome de 45%, ante la caída en el precio del crudo y de su producción. Las importaciones sumaron 33 mil 288 millones, con lo que presentaron una baja de 19.8 %.
La balanza comercial total del país reportó el año anterior un saldo deficitario en su balanza comercial por 14 mil 460 millones de dólares, el más elevado desde 2009, con base en las cifras del Inegi.
El total de las exportaciones de México disminuyeron 4.1%, y esta fue su primera caída en seis años. Las exportaciones no petroleras crecieron apenas 0.8%, y a su interior las extractivas bajaron 11.1%, mientras que las agropecuarias subieron 5.6% y las manufactureras avanzaron 0.8%.
Las cifras muestran un deterioro en las exportaciones no petroleras, lo que hace evidente la debilidad del sector externo, que se mantiene deprimido ante la débil demanda, que termina por impactar negativamente a la industria manufacturera.
México, el país emergente que resiste la turbulencia global
En medio de la liquidación global de acciones, el quiebre de los precios del petróleo y la fuga de capitales desenfrenada, uno de los mercados emergentes sigue en pie: México.
En lo que va de este mes, México ya tuvo su primera oferta pública inicial, el único país hasta la fecha de América Latina, así como la venta de un bono soberano de dos mil 500 millones de dólares que obtuvo una demanda sin precedente para el instrumento estatal.
“México se separa de otros mercados emergentes, más todavía en el actual entorno macroeconómico. ¿Dónde más puede ir capital?... México es un punto brillante”, comentó un alto directivo de Black Rock.
BlackRock tiene miles de millones de dólares bajo gestión en México, y se ha ido posicionando como un importante inversionista de infraestructura, por lo que su optimismo sobre la segunda economía de América Latina es comprensible.
México prácticamente sin ayuda de nadie mantuvo los mercados de capitales de América Latina a flote el año pasado, con más emisiones de deuda y del mercado de valores que en cualquier otro lugar de la región. Este año los inversores siguen encontrando atractivos sus activos.
La oferta pública inicial de este mes de la constructora Javer fue la tercera más grande de los 16 mercados emergentes en lo que va de este año, detrás de dos empresas chinas. Esto pese a que el lanzamiento de Javer fue planeado inicialmente para el año pasado, y que su precio de debut fue más barato de lo esperado inicialmente.
El nuevo bono soberano también fue el mayor de un mercado emergente en lo que va de este año, y el séptimo más grande de 48 emisiones soberanas a nivel mundial de este mes. Esto no quiere decir que todo es color de rosa. México no ha sufrido de una dependencia de los commodities -las exportaciones de petróleo representan sólo alrededor del 0.2% del PIB de México-.
El Fondo Monetario Internacional ha recortado su previsión de crecimiento para 2016 de México hasta el 2.6% desde el 2.8% previo, y Barclays Capital cree que el crecimiento será tan bajo como el 2.3 %. Los últimos datos de producción industrial fueron decepcionantes; los mexicanos temen que la inflación se eleve luego de que el peso llegó a mínimos históricos; las exportaciones de crudo son golpeadas por las caídas de los precios y la perspectiva del retorno de Irán al mercado global; y muchos consideran que más recortes del gasto público serán inevitables.
Sin embargo, México goza de un alivio especial gracias a la recuperación económica de Estados Unidos, los costos laborales para competir con China, y una sólida perspectiva a largo plazo después de hacer las reformas estructurales, incluida la apertura de los mercados energéticos y de las telecomunicaciones a la competencia.