El colmo, dije a una colega, ¿viste que la misma fecha que se celebra el Día Internacional del Hombre se conmemora el Día Mundial del Inodoro? Su respuesta fue: “Está bien así, hay hombres que sirven para lo mismo que los inodoros o están a su mismo nivel”. Me puse a pensar en el tema y creo que no se debe generalizar. El hecho es que a hombres (es decir a la parte masculina del género humano) e inodoros (los artefactos que sirven para eliminar los desechos del cuerpo) se les festeja la misma fecha. 

El día del inodoro (19 de noviembre) tiene estatuto de celebración oficial avalada por la ONU –que lo bautizó como Día Mundial del Retrete-, pero el Día Internacional del Hombre carece de ese aval, aunque desde 1999 en que comenzó a celebrarse en Trinidad y Tobago, bajo los auspicios de un casi desconocido Comité Internacional del Hombre, se ha ido extendiendo a otras naciones. Claro que casi pasa inadvertido. Pero nos queda el consuelo de que, como dice la  directora de Women and Culture of Peace Programme (de la Unesco), Ingeborg Breines, es una excelente idea y dará un poco de balance entre géneros.

Escarbando en el tema, uno encuentra válidas razones para que la ONU se ocupe de celebrar el retrete, ese artefacto útil, pero poco lucidor: un tercio de la humanidad no tiene acceso a un saneamiento adecuado –nos dice la organización-. Más de mil millones de personas defecan al aire libre, con graves consecuencias para la salud, la dignidad y la seguridad personal y el medio ambiente y el desarrollo económico y social. 

Pero el hombre también es útil para algunas cosas. Una  es que es la mitad de lo que hasta ahora se necesita para la reproducción. Es también poco más de la mitad de los terrícolas y contribuye al progreso con aportaciones en el saber y la cultura.Hoy, Día Internacional de la no Violencia contra las Mujeres, hacemos votos porque ya no haya necesidad de conmemoraciones, sino que entendamos que nos necesitamos unos a otros. Felicidades a la mejor parte de la humanidad.