Homenaje al paciente reumático

Este 13 de febrero será dedicado a quienes son víctimas de los cerca de 200 flagelos que comprenden esta área de la medicina.

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Dentro de los eventos programados para el  XLIV Congreso de Reumatología a llevarse al cabo próximamente en nuestra ciudad, no podía faltar el “Día del Paciente Reumático”. Su enseñanza cotidiana supera cualquier libro escrito por experto, razón por la cual este 13 de febrero será dedicado a quienes son víctimas de los cerca de 200 flagelos que comprenden esta área de la medicina. Me permitiré relatar reciente pasaje durante una conferencia a la cual fui invitado.

“Todavía recuerdo aquel semblante acongojado, triste y con pocas ilusiones de la primera visita de Mónica al consultorio…”. Su problema de artritis, la lejanía de su terruño y carencia de alicientes se habían convertido en pesada losa sobre el irrefrenable devenir.

Aprovechando que aún no llegaban todos los invitados, le pregunté sobre la  evolución de su enfermedad y me respondió  con sonrisa cautivadora, que sólo se interrumpía cuando narraba de forma pormenorizada el giro que había tomado su vida.

Ilusionada me decía cuánto mejoraba su movilidad,  y destacaba que, más allá de la adversidad, se sobreponía valientemente a lo que antes llamaba obstáculos, y ahora fuente de oportunidades. 

En contraposición a lo que muchos piensan, servir al doliente, allende prescribirle medicamentos, implica mucho más, es entregarlo todo. Recordemos el bello pasaje del poema de Juan de Dios Peza “Reír Llorando”: Si se muere la fe, si huye la calma, si sólo abrojos nuestra planta pisa, lanza la faz la tempestad del alma, un relámpago triste, la sonrisa… Sí señores,  hay que sonreír sin importar las malas noches, el cansancio, los problemas personales y sinsabores del caprichoso, mesiánico avatar, que se proclama  irreverente en esta segunda década del siglo XXI. 

Cuántas veces, con estos ejemplos de vida,  reaccionamos y nos damos cuenta  de que si bien la mayoría del tiempo nos encargamos de devolver la salud a los enfermos, éstos mismos a través de sus relatos, se convierten en nuestros médicos, en verdaderos alfareros que cambian, perfeccionan y/o devuelven la salud a nuestras mentes y actitudes enfermas. Cuántas veces le agradecemos a la vida el privilegio de poder escuchar, aquilatar y aprovechar tanta sabiduría del paciente, para poner en práctica. ¡No tires en saco roto lo que en bandeja de plata se te ofrece!: la confianza y la vida. 

Y finalizo con otro pasaje de “Reír Llorando”: El carnaval del mundo engaña tanto, que las vidas son breves mascaradas, aquí aprendemos a reír con llanto y también a llorar con carcajadas. Les espero a todos este 13 de febrero a partir de las 9:00 am. Entrada gratuita.

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